Harder. [2da temporada "Miradas Secretas"] Justin Bieber & Tú.

Capítulo 8. "Los mensajes"

                                                                                   Maratón 3/5

-Señor Justin. -dije algo dudosa en lo que estoy por decir-. Acepto ir a Manhattan...

-Vaya, me alegra que haya tomado esa decisión, señorita Hundson.

-¿Cree que pueda ser mañana mismo?

-¿Mañana? Oh, no. Ahora estoy en Washington, de hecho estoy a mitad de mi clase.

-¿Se ha ido a Washington?

-Así es. Tenia que venir a dar mis clases, a mi trabajo. Pero tenga por seguro que el sábado estaré de regreso a California. -mis mejillas enrojecieron al recordar que me ha dicho que esta a la mitad de su clase.

-El sábado... -dije desairada.

-Ahora, que si lo desea dejo botada mi clase y tomo el primer vuelo a California. -guarde silencio. Me ha cortado cada palabra-. Bien, entonces el sábado estoy en California. Y si lo quiere, el mismo sábado partimos a Manhattan, ¿Hecho?

-Bien. Y supongo no lo interrumpo más en sus labores. Nos vemos... -iba a colgar pero él me interrumpió.

-Señorita Hundson. -lo escuche atenta-. Sabe, lo de los mensajes es enserio. -escuche un pequeño suspiro-. Pero... no, pensándolo bien no. Preferiría tener su reacción a los mensajes hasta que este de regreso a California.

-Supongo la curiosidad y la paciencia no van de la mano conmigo. -dije sin procesarlo.

-No piense en hacerlo, o no le irá bien, señorita Hundson. -su voz se torno a un tono más duro y jodidamente electrizante-. Créame, cuando los lea usted también comenzara a desear que yo este en California. -no comprendí del todo a lo que se refería, pero su voz hizo que un cosquilleo recorriera mi nuca y espalda.  Me sentí incomoda con mis reacciones.

-Yo... lo dejo. No interrumpo más.

-Ya comprendo. -sigo sin entender la mayoría de cosas que dice-. Le llamaré después a este mismo celular, ya que no tengo el numero de su nuevo celular. En la caja esta el cargador y sus auriculares, fueron difíciles de encontrar, pero... Bueno. Le llamo después. Tenga un muy buen día, señorita Hundson. Y si lee esos mensajes no se olvide de mandarme uno más. Nos vemos. -no pude responder nada más. Colgué la llamada.

Mire ese celular y solté un suspiro.

Los mensajes... Mi intriga creció y regrese el celular al "Menú" y estuve a punto de entrar a leer aquellos mensajes. No. Me detuve y no lo hice, deje ese celular de nuevo dentro la caja y le puse de nuevo la tapa a aquella caja, dejándola a un lado.

No, sea lo que sea, prefiero esperar hasta el sábado o hasta que este en Manhattan.

Mordí mi labio inferior. ¡Joder! Este hombre de nuevo me ha convencido de ir a Manhattan, cuando ya estaba segura de dejar el tema de lado. ¿Qué es lo que tiene y que es lo que hace para tener ese poder de convencimiento? Maldición, no lo se pero lo que haga lo hace bien.

Será difícil, realmente muy difícil resistir a mis ganas de mirar esos mensajes, o cualquier otra cosa en el celular. Pero debo hacerlo.

                                                                      *Horas después*

Estaba cenando en compañía de mi abuelo, en el pequeño pero elegante comedor de caoba del Abuelo.