Harder. [2da temporada "Miradas Secretas"] Justin Bieber & Tú.

Capítulo 42. "Vidas separadas".

Regresé de inmediato a tomar asiento en aquella silla. El fue en búsqueda de una silla que se encontraba en la esquina del salón. La posiciono justo en frente de mi.

-Tenemos que aclarar muchas cosas, Hundson. -sus codos están sobre sus muslos y me mira serio.- ¿Por qué está aquí?

-Yo... necesito mi titulo. -el negó

-No te puedo dar lo que vienes buscando, no puedo sostener lo que te prometí antes. No puedo ni quiero. -lo miré, haciendo como si no comprendiera.

Pero en el fondo mi corazón esta quebrándose, una vez más.

-Guardas silencio porque sabes que es así. Vienes ilusionada porque quizás hace un tiempo atrás, te prometí y jure mil y un cosas. -quité mi mirada de la suya. Crucé mis manos.- No puedo, no era lo correcto.

Tragué en seco: -¿Por qué lo dijiste entonces? Para qué pasar todo ese tiempo buscándome para...

Me interrumpió bruscamente: -Porque me deje llevar. Porque creí que así te tendría, porque te perdí y yo nunca puedo perder; porque te vi lejana, imposible.

Un nudo se hizo en mi garganta, negué y las lagrimas no pudieron contenerse. Me duele su frialdad, el temple y poca compasión que tiene en decirme estás cosas.

-Solo me utilizaste.  Otra vez. -le reclamé, patéticamente con lagrimas en los ojos.

-Tuviste la oportunidad. -reí irónicamente.- Es mejor que te lo diga, ¿no crees? Yo nunca tuve porque buscarte, porque encontrarte. Porque regresar a tu vida. Ahora mismo estarías bien, no llorando. -apretó su mandíbula-. Perdón _(tn)_, es la única vez que me escucharas decir esto, pero creo prudente decirlo.  

Te necesito, te amo, te amaré siempre.

-¿Este era tu acuerdo? Partirme el corazón y dejarme como estúpida, otra vez.

-No me hables con ese tono de regaño, no estás en posición alguna. -se levantó de la silla, me extendió la mano y lo miré hacia arriba.- Quiero hacerte el amor, una vez más.

Me levanté sin darle la mano. Las lagrimas de coraje seguían rodando por mis mejillas. La adrenalina recorrió mi cuerpo en un instante, me sentía tan caliente, tan enojada. Sin pensarlo le solté una cachetada.

-Eres un estúpido. -al instante el tomó mis muñecas.

-No quiero nada formal, Hundson, no puedo, no estoy listo. -sollocé sin poder contenerme, siento mucho miedo.- pero te quiero en mi vida.

Su agarre se volvió en un abrazo que estúpidamente correspondí, el sobaba mi cabello desde la nunca, intentando tranquilizarme.

-Quiero que estés conmigo, lo nuestro está inconcluso. -puedo sentir el pesar en sus palabras.- lo nuestro tiene un fin, que debemos aceptar, tu y yo no estamos hechos para acabar nuestras vidas juntos. Solo para disfrutar el instante.  Estamos retando a la vida, al orden, nuestras vidas están hechas para estar separadas.

¿De verdad? Estuvimos a punto de muchas cosas, de serlo todo y ahora, así de la nada me dice todo esto.

-Eres joven, te he confundido y por un momento logré hasta confundirme... -sus palabras logran tranquilizarme poco a poco, dejo el llanto por un momento, encuentro tranquilidad en sus brazos.- Te propongo terminar esto, te propongo tenernos sin ataduras... Tenernos al punto de aburrirnos. Al punto donde tenga que acabar. Sin formalidades...

Me empujo fuera de su abrazo y me miro, se mira tenso, un atisbo de vergüenza se asoma en sus facciones.

-Es lo único que tengo por ofrecerte, lo único que tenemos para ofrecernos siendo realistas. No quiero mas celos, mas idas y vueltas, mas lagrimas tuyas. Quiero algo libre, quiero los buenos momentos. -tomo mis manos en las suyas y las besó.- ¿Aceptas?

En verdad todo esto me ha abrumado.

¿Cómo le digo que lo amo? ¿Por qué debes ser tan cruel? Tan incomprensible, tan sangre fría. El me está diciendo, que en algún momento debemos separarnos, quizás mañana, quizás hoy. Dejarnos ir, como si nada hubiera pasado. Que el se case, que yo me case. Que el haga todo lo que quiero a su lado, con alguien mas. Quiere que acepte dejarlo ser libre, quiere que lo libere de esto que ha cargado por años, de esto que le ha prohibido ser el. Eso es lo que le molesta, no ser "Justin Bieber", no ser el que era.

-¿Después de todo aun tiene miedo de enamorarse? -una triste e hiriente sombra de sonrisa se hizo presente en su rostro.

-Creí estarlo, creí que podía. Pero no, Hundson. No puedo. -me dio la espalda y soltó un suspiro pesado, desechando quizás todas las palabras que no quiere decirme.- No puedo, es todo lo que tengo y todo te lo estoy ofreciendo. ¿Aun no entiendes? -giró su rostro sobre su hombro izquierdo.- ¿No vendrás? Faltan dos horas para la siguiente clase.

Estiró su mano y no dudé un segundo en ir a tomarla. Aun con el pesar de saber lo que eso implicaba.