Harder. [2da temporada "Miradas Secretas"] Justin Bieber & Tú.

Capítulo 25. "Cárcel, otra vez"

Lo mató.

El nerviosismo se hizo aun más intenso en mi sistema. Me quede congelada mirando a Justin, su expresión, su actitud. Como si hubiera roto un vaso y no matado a alguien.

-¡Lo mataste! -me incorporo y lo miro aterrada. Boquiabierta. Él me mira cautelosamente, sin inmutarse de ninguna forma.- ¡Lo mataste! ¿No comprendes?

Sin siquiera esperarlo sus heladas manos se clavaron con fuerza en mis brazos causándome dolor y haciendo callar mis gritos paranoicos.

-Cállate a menos que quieras que todo el mundo se entere.  -me dijo entre dientes. Un silencio profundo se instala en nosotros. ¿Qué le contesto? Si me estoy muriendo del miedo.

Comencé a temblar, por frío debido al fuerte y helado viento, o tal vez por el maldito miedo que me causa su mirada justo ahora.

Su agarre me causa dolor y jadeo.

Me suelta y mira hacia el hombre.

-Vámonos. -dijo y tomó de uno de mis brazos, esta vez sin ejercer tanta fuerza.

-¿Lo dejarás ahí? -me zafó de su agarre.

-¿Y qué carajos quieres? ¿Qué me lo lleve a casa? -dijo totalmente fuera de la pequeña línea de paciencia.- Vámonos, te dije. -resalta cada palabra, como dándome una nueva oportunidad.

Miro por ultima vez a aquel hombre. Esta imagen no se borrará nunca de mi vida.

Justo cuando iba a dar la vuelta escucho mi nombre resonar por las calles.

Un estúpido impulso me hizo voltear.

En dos segundos, que parecieron mil, mire a Edward a unos cuantos metros viéndome partir con Justin, boquiabierto.

-Edward.

-¿Que? -pregunta Justin y voltea.- ¡Puta suerte! -toma de mi mano y me jala con él corriendo.

Sin poder evitarlo lo sigo, corriendo a toda prisa.

Por abandonadas y oscuras calles. Él no suelta de mi mano y creo lo estoy agarrando tan fuerte que he encajado mis uñas en él. Todo a causa de unos nervios que no puedo controlar.

Mi sistema esta a punto de explotar. El correr más estos nervios no son buena opción.

Me detengo de golpe haciendo que él lo haga igual. En medio de una oscura y fúnebre calle. 

-Espera. -dije faltante de oxigeno en mi tono. Me mira y respira agitado, pero no tanto como yo.- Nos miro... -apoye mis palmas sobre mis piernas, inclinándome tratando de retomar el aire.

-Te dije que nos teníamos que ir. -se quejo. Me incorpore y lo mire de frente. Hubo un tenso silencio.

-¿Ni siquiera un poco? -frunció el ceño.- ¿No te da nada haber matado a alguien?  -desvía su mirada de mi. Puedo ver un atisbo de vergüenza en su mirar.

-Vámonos. -su voz es ronca.- Y esta vez obedéceme. -tomo de mi muñeca y me miro con oscuridad en su mirar.

Me jalo todo el camino. Caminamos y caminamos. Ningún taxi apareció para nuestra mala suerte.

Luego de un tenso y silencioso camino llegamos al lugar donde debíamos.

-¿Es aquí?

Asintió y mire todo el edificio.

Un elegante edificio con acabados, y esta vez si es así, como si fuera el castillo de la época medieval. Sonrió un poco.