True Love ( pausada)

Capítulo 12

Observo esos ojos verdes de Colin mientras Mike se va, se aleja, pero yo...estoy tan confundida.

- quédate - me vuelve a pedir.

Sintiendo que hago mal, asiento y Colin por fin me suelta del brazo, no me di cuenta lo fuerte que me había cogido hasta que me soltó, mi brazo duele pero no le dejo ver mi dolor.

- quiero que lo volvamos a intentar, solos tu y yo - dice acunando mi rostro con sus grandes manos - olvidate de él - murmura pegando su frente contra la mía.

Niego levemente con la cabeza, jamás podría olvidarme de Mike, el me sacó del pozo oscuro y auto destructivo en el que me hallaba, de alguna forma él fue la luz que me guió a la salida y me convirtió en quien soy, en todo nuestro extraño juego de sanar nuestros rotos corazones, se convirtió el alguien importante, ya hace tiempo dejó de ser un juego, solo eramos él y yo, jamás podría olvidar a Mike como tampoco podría olvidar a Colin, mi primer amor, mas dudo que sea el único.

- tu no lo entiendes - le digo separándome de él - no se que esperabas regresando...que corra a tus brazos como una adolescente enamorada? ¿que te perdonara que me hayas roto el corazón? ¿que olvidase todo como si nada hubiera pasado?- pregunto negando con la cabeza - las palabras no son suficiente, me destruiste, me dejaste y yo me ahogué en un mundo de llanto, desesperación, te llevaste todo lo bueno de mi, era una bomba a punto de explotar.

Colin no tiene idea, él tuvo la suerte de tener todo lo bueno de mí, nuestras discusiones y problemas eran juegos de niños, celos, inseguridades, él no conoce mis demonios, Mike me conoció cuando estaba sumida en la oscuridad, el me quiere aún conociendo la peor parte de mi ser.

- te quiero por lo que eres, no por lo que eras o serás, no te quiero por tu fama ni mucho menos por tu fortuna, te quiero porque eres Leah, una mujer fuerte, luchadora, hermosa y humilde, eres todo lo que siempre quise y nunca merecí - dice cogiendo mi mano suavemente - he esperado cuatro años para poder estar así contigo, quería poder merecerte, estar a tu altura, ser tu compañero de vida, quiero ser yo el único que pueda caminar de tu mano, quiero ser la razón por la que sonrias, quiero ser ese que te levante cuando tropieces, quiero serlo todo para ti porque tu ya lo eres para mí.

No dudo que mienta con sus palabras, pero honestamente, son solo eso, palabras, las palabras se lo lleva el viento, pero los hechos, los hechos perduran en el alma y la mente por siempre, prometer el mundo es fácil, lo difícil es cumplir la promesa.

- debo irme, tengo algo importante que hacer - le digo con una media sonrisa.

Dejándolo solo en medio del parking, entro en mi coche y acelero ignorando la mirada reprobatoria de mi hermanita, ella es aún una niña para siquiera comprender o entender todo este embrollo, no me voy a engañar, desgraciadamente sus palabras reavivan la esperanza que hace mucho sentí, pero seamos honestos, de la esperanza no vive el hombre.

- para!!!

El grito de Miah hace que instintivamente pise el freno haciendo que mi coche derrape por el asfalto con un chirriante y molesto sonido, por suerte logro detener el coche a un costado de la carretera, apresurada, Miah baja el cristal de la ventanilla y una gran sonrisa adorna sus carnosos labios.

- estás malditam.....

- hola - dice ignorándome.

Frunzo el ceño furiosa, me contengo de cantarle las cuarenta cuando veo como un chico de unos quince años se acerca al vehículo con una sonrisa, esa sonrisa de galán, alto, cabello semi largo por un lado y rapado por un lado, ojos azules súper claros, parecidos a los de papá, me sorprendo al ver su piel marcada por tinta a tan temprana edad.