Between Robots!

La Ciudad

-Ahora sé por qué se llama así... −dijo Vlad levantándose, traté de imitarlo, pero estaba atorado, fui quitando esqueleto por esqueleto, me daban ganas de vomitar.

- ¡Christian! −exclamó Kyle desde su lugar.

- ¡Estoy aquí! −le respondí, había liberado una pierna y me faltaba la otra.

-Gracias a Dios que estas bien. −Kyle me tomó de las manos y jaló para liberarme. −Cuando caía los vi a todos, menos a ti y me preocupé.

-No te preocupes, gracias, bro. −los demás también venían a reunirse conmigo.

-Holly shit, pensé que morirías. −decía Amme mientras me abrazaba, atrás de ella estaba Vlad rascándose la nuca.

-Yo igual. −bromeé mientras me apartaba de ella.

-Qué chiflado... −masculló molesto Hans. −Ni en las condiciones que estabas... Qué inhumano.

-Vale, no creo que el término "humano" ... −Zail movió los dedos indicando las comillas en la palabra humano. −... sea correcto para definir "piedad".

-Ni yo lo creo... −Daniel se levantó de su lugar y todos lo volteamos a ver enojados. Todos excepto Kyle, quien sin pensarlo se abalanzó a él para golpearlo.

- ¡Kyle, para! −gritó Zail tomándolo desde la cintura, Hans le ayudó. Vlad sacó a Daniel de la máquina de puños.

-Por si no te has dado cuenta, él también está metido en este embrollo. −bramó Vlad, Kyle refunfuñó y se calmó, me acerqué a Daniel para ver si no le había ocurrido nada. −Por cierto... −empezó a decir más calmado. −Gracias por, intentar salvarme la vida.

-No tienes que agradecérmelo. −Daniel se levantaba despacio, no veía en dónde estaba la herida. −Es mi deber mantenerlos con vida.

- ¿Sólo porque lo dijo tu padre? −pregunté tratando de adivinar.

-No, yo no quiero que ninguno de ustedes muera. −aclaró levantándose. Se acercó a Kyle y lo abrazó. Después se dirigió a nosotros:

-Lamento haberlos metido en este embrollo, sé que deben estar muy molestos conmigo y lo acepto, fue mi error, pero por tratar de salvarlos ahora estoy en la misma situación que ustedes, pero no se preocupen, sé que saldremos de esta.

Me quedé atónito y más cuando se acercó a mí.

-Siento lo de Irving. −agachó la cabeza.

Mi respiración se paró.

- ¡¿QUÉ LE PASÓ A IRVING?! −grité jalándole de los hombros, su mirada era de confusión.

-A Irving nada, él está bien... −aclaró, respiré hondo y me dispuse a escucharlo. −No puedo creer que no te lo haya dicho.