Between Robots!

Ironías

-¿Vimos lo de los mitos eslovacos? -pregunté en el salón del club, hoy, por los exámenes, no podríamos jugar en el DEATH VALLEY.

-¿Eslovacos? -cuestionó Amme.

-¿Qué no era la mitología nórdica? -me corrigió Zail.

-Ah sí, sí... Era eso... -dije volviendo a mi libro.

-¡¿Por qué nos pusieron a buscar sobre mitologías de todo el mundo?! -espetó Kyle molesto.

-¡Cállate! Tú fuiste el más suertudo, ¿quién no se sabe la mitología griega? -se quejó Hans.

-¡Percy Jackson! -gritaron a la vez Vlad y Daniel, voltearon a verse y gritaron de felicidad, chocaron las manos y se empezaron a reír, después empezaron a hablar sobre el libro.

Aún no lo había leído, y vi con curiosidad como intercambiaban información de la saga. Volteé a otro lado y Zail hablaba con Hans, Kyle hablaba con Amme y yo...

Yo me había quedado solo.

Todos tenían sus parejas menos...

Menos yo.

Volví a mi libro de historia universal para disimular mi soledad. Quería que nadie supiera que me sentía excluido, pero me puse a pensar, y ese era uno de mis mayores problemas, pensar...

Cuando me ponía a pensar demasiado, podía llegar desde el por qué no tenía novia hasta la razón por la cual debería morir ya.

Reprimía mis lágrimas, hasta que escuché el silencio que había en el salón. Ningún tema interesante, nada de qué burlarse, no podíamos jugar a nada...

-Alguien ponga música. -dije aburrido. Ese día no había llevado mi celular, normalmente yo la ponía, a Vlad le encantaba escudriñar mis listas de reproducción, incluso había más canciones que le gustaban que en el celular de Amme, sobre todo la canción que nos encantaba a todos...

La primera vez que la escucharon, a Kyle y a Zail no les gustó, tres semanas después, la volví a poner y todo el mundo la amó (¿qué clase de lógica es esa?).

Y eso que a ella le gustaba poner su pop.

-Yo la pongo... -contestó Zail mientras buscaba su celular.

-¡No, tú no! Pones pura música que no me gusta. -bromeé.

-¡Éntrale, noobster! -me gritó con una sonrisa.

Sólo Vlad y yo supimos la falta de respeto que Zail había hecho, Vlad volteó a ver indignado a Zail, pero éste fingió que no había visto nada, pero... ¡Por favor!