Between Robots!

División

Activé el chip, Vlad y Daniel se conectaron al mismo tiempo. ─Hay títeres cerca del edificio, calculo 54 metros, podemos llegar escalando las últimas casas que están pegadas al muro, creo que vienen por nosotros.

─Es lo más probable... ─rió Daniel.

─Acérquense, nos vemos en 5 minutos. ─ordenó Vlad.

─Vite, vite. ─bromeé y cerré el comunicador. Salté por los techos sin caerme, el traje me ayudaba a pegarme a las paredes y a correr sobre ellas. Pronto me encontré en el camino con Daniel.

Se rió de mí. ─Too slowww!!

Vlad saltó desde arriba de nosotros (no sabíamos de dónde había caído) y sacó su bastón. ─Preparados para luchar. ─anunció mientras corríamos por un barandal que se dirigía justo a nuestro blanco. Daniel y yo obedecimos, saltamos para caer justo arriba de nuestro premio. Vlad hizo girar su bastón prendido mientras saltaba y rompió la cruz que controlaba el títere, éste cayó al suelo.

Rodó lejos al caer, Daniel y yo hicimos lo demás, el monstruo empezó a sacar ácido por su boca, por suerte no quemaba la armadura, Daniel empezó a pegarle por todos lados, pero el títere los esquivaba o se hacía líquido. Prendí mi arma y esperé el momento justo para paralizarlo, Daniel dio un golpe crítico y lo lanzó hacia mí, apunté y le di por la espalda, me acabé toda la vida del bastón eléctrico y se quedó inmóvil.

Vlad se acercó a nosotros y cargamos el cuerpo hasta la ubicación de Amelie.

─Eh... ─se quejó Vlad. ─Mi bastón ya no prende.

Intenté prender el mío. ─Tal vez porque sólo se usa una vez.

─Es una suerte que no haya usado el mío. ─comentó Daniel. ─Así si se despierta, podré paralizarlo otra vez.

─ ¿Cómo supiste que si le pegabas a la cruz se hacía más inofensivo? ─le pregunté a Vlad mientras seguíamos arrastrando al títere.

─No lo sabía... Sólo quería lucirme. Le llamo "estilo". ─dijo con una sonrisa, empezamos a reírnos.

─Puro golpe de suerte. ─reí.

─Llégale. ─gruñó contento. Vlad ya tenía su nueva frase, faltaba que la patentara para que nadie se la volviera a quitar.

Llegamos al mismo tiempo que el equipo KHZ, Amme nos vio muy relajada.

─Llegamos primero. ─dijeron los italianos al mismo tiempo.

─Aceptaré al que tenga mejores recursos para evaluar en el laboratorio. ─bramó. Inspeccionó el del equipo KHZ primero, después el nuestro.

─ ¿Y bien? ─masculló Hans. ─ ¿Quién ganó?