Memories II

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{JUSTIN}

Esta noche me ha dado por recordar aquél fin de semana, que fuerte fue todo, hacía tiempo que ya no me acordaba de lo que pasó, ni de Laura.
Laura.
Cuanto la eché de menos, poco a poco, con el paso de los años fui olvidando y superando todos los malos recuerdos, hasta hoy.

Supongo que mirando las estrellas me haya recordado a todo. Igual que las estrellas de las dos noches que pasamos allí.

Ya no más, todo esta olvidado,
Laura
¿Quién es esa?
Rubén, Angie, Andrea.
Todos olvidados.
Menos Anastasia, nunca me olvidaré de aquél ser, en fin.
Basta de pensar en tonterías, ya han pasado tres años.
Me levanto de mi sillón en la terraza y me dispongo a abrir la puerta que da al interior de mi casa, exactamente al amplio salón, ahora mismo oscuro.
Pero no se abre.
Parece que se ha quedado atascada. Lo vuelvo a intentar y nada.
Bueno, me volveré a sentar.
Cuando me siento, la luz del salón se enciende.
¿Pero qué?
Voy a ver que está pasando.
Me vuelvo a levantar y ahora la puerta se abre con facilidad, aquí está pasando algo raro.
Entro en el salón para averiguar porqué se ha encendido la bombilla sola. Cuando doy dos o tres pasos al centro de la sala la luz se vuelve a apagar, dejándome a oscuras.
Me estoy poniendo nervioso.
Ya se ha vuelto a estropear la bombilla de la lámpara central.
No le doy importancia.

Bueno, me voy a dormir; cruzo el pasillo y abro la puerta de mi habitación, necesito descansar y despejar la mente.


{ANDREA}

Sigo recordándolo todo, pero esta noche no paran de pasarme todos los recuerdos por la cabeza, como si los estuviera viviendo de nuevo. Tengo el mismo frío que aquellas noches allí, el mismo temblor en el cuerpo de la mezcla de miedo y frío recorre mi cuerpo completamente. 

Aquello que pasó por mi culpa, a mi se me ocurrió ir, a mi se me ocurrió la gran idea de pasar un fin de semana en mi campo sin que ninguno de nuestros padres lo supieran. Por mi culpa murieron dos de mis amigos, Laura y Daniel..
Desde ese entonces no salgo de mi casa, incluso he intentado suicidarme, no puedo ni quiero seguir aquí, todos me odiarían y me seguirán odiando. Justin, Angie y Rubén. Todos.

Estuve pasándolo mal y lo sigo pasando, todavía me sigo acordado numerosas veces. Mis padres decidieron mudarse lejos por mi bien, pero seguía igual, estaba obsesionada, me llevaron a psicólogos y hoy en día sigo asistiendo, no me sirven de nada, no me ayudan a quitarme esto de encima, a nada.
Sigo obsesionada con lo que pasó y con el sentimiento merecido de culpa. Todo fue mi culpa.
Sigo sin salir de casa, sin hacer nuevos amigos, no tengo vida, no estoy viviendo; sólo respiro.
Salgo para ir a estudiar, mi vida va en ello. Estudiar. Nadie se acerca ni siquiera a mí, pero lo veo normal, nadie querría ser amiga de una asesina.  
En ocasiones lloro, cuando me acuerdo lloro y incluso grito. Pero no estoy loca.
No estoy loca. No lo he estado nunca.

Dejo de mirarme al espejo, no puedo seguir así, tengo ojeras de no dormir.
Necesito descansar de una vez y quitarme la culpa de todo esto. Tengo que quitarmelo de la mente de una vez por todas.
Ya lo he intentado pero no puedo.

Me voy a mi cama y me quedo sentada en ella. Me vienen a la mente los rostros de Laura y Daniel. Más recuerdos. Laura estaba muerta sentada en un árbol. Daniel cayendo al vacío. Un cuchillo en manos de..Anastasia.
¡Anastasia no!

Pego un grito mientras sigo llorando.
No estoy loca.

Me limpio las lágrimas y la habitación queda en total silencio, estoy mirando un punto fijo, una de las cuatro paredes que cubre mi habitación, no le presto la mínima atención. La estoy mirando pero no la estoy viendo. Mi mente está en otro sitio.

Oigo un sonido agudo, miro hacia la puerta y esta se está cerrando sola. No es real. No estoy loca.
La puerta se cierra lentamente sola mientras se sigue escuchando el sonido. De repente se cierra de golpe pegando un portado y vuelvo a pegar un grito.

La luz de la habitación se apaga, estoy a oscuras, todo es mi imaginación, esto no es real.

La luz se enciende y miro hacia la puerta, esta está abierta de nuevo, dejando ver el oscuro pasillo.
Pero no estoy loca. No estoy loca.

Tengo que dormir. Si. Me voy a dormir.
Apago la luz y intento que las presencias que noto a mi lado desaparezcan. Iros. ¡Iros ya!
Voy a pensar en otra cosa. Tengo que pensar en otra cosa.
Solamente, no estoy loca, no lo estoy.

Anastasia {Segunda Parte}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora