Lo sabes

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{ANGIE}

No pasó nada fuera de lo normal durante el demás día del jueves, ni presencias extrañas ni nada similar. Tal vez tenía razón una parte de mi cerebro y todo han sido unas simples semanas extrañas.

Por fin es viernes, voy camino a la Universidad con muchas ganas, me siento como liberada de algo que ni sé, como si me hubiera quitado un peso de encima. Ya puedo vivir con normalidad. Además hoy hace buen día. Espero que nadie me fastidie este humor.

La mañana transcurre con normalidad hasta el momento en que la campana que inicia el final de clases suena, me quedo de las últimas recogiendo mis cosas y me dispongo a salir por la puerta, pero me choco con alguien de repente.

-Angie, escuchame.

-¿Rubén?

-Si, sé que te parece raro después de tanto tiempo sin hablarnos.- dice gesticulando mucho las manos, parece nervioso -Y..

-Y seguiremos sin hablarnos.- digo intentando salir por la puerta en vano, pues está obstruyéndome el paso.

No quiero hablar con el ahora, no ahora.

-Por favor, sé que a ti también te está pasando Angie..anoche hoy la voz de..

-No quiero oír nada de lo que vayas a decir Rubén. -digo apartándolo con el hombro hacia un lado y saliendo rápidamente por la puerta.

-¿Ves? Tú sabes lo que está pasando, Angie. ¡Pero no quieres pensar de qué se trata!

Oí que decía tras de mí. Sé perfectamente sobre de lo que iba a hablar, pero simplemente hoy tengo un día bastante tranquilo, no quiero saber nada que tenga que ver con lo que me ha estado pasando estas últimas semanas y ha venido él a fastidiarmelo.

Salgo del gran edificio y voy caminando por la acera a casa..de repente me suena el móvil..es un número oculto.

-¿Sí?

-Angie, por favor escuchame.- decía entre sollozos una chica, parecía estar sufriendo. -Tenéis que salir de aquí, va a por vosotros, va a por vosotros después de mí, por favor, ella..¡Ella está aquí!- seguía diciendo asustada entre llantos.

Pero esa voz..esa voz la conocería en cualquier lugar.

-¿An-andrea?




Anastasia {Segunda Parte}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora