Pitido constante

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{ANGIE}

Abro los ojos lentamente.
Estoy en una cama. Una habitación.
¿De quién es?
Me suena este lugar. A mi lado hay una ventana.
Paredes grises, vistas a los árboles..
¿Dónde estoy?
Frente a mi hay una puerta, me dirigo lentamente hacia ella.
Este silencio me está aterrando.
La abro, es un pasillo. Justo en la pared de enfrente está escrito en tinta negra.

"SIGUE BAJANDO"

¿Sigue bajando? ¿Qué quiere decir?
Miro a los dos lados opuestos del pasillo, a mi derecha hay más puertas, a mi izquierda una escalera.
¡Claro!
La escalera. Bajo por ellas.
Estoy en una especie de salón..
Un momento..este salón..
¡La Casa-Cueva!

¿Qué hago aquí?

En la puerta principal hay otra vez marcado con la misma letra.

"SAL"

Ni de broma voy a salir..¿O sí? ¿Qué hora es?

Cruzo el pequeño salón y abro la puerta..

De repente estoy en medio del bosque.
Aquél bosque.
Está oscuro, sólo me ilumina la luz de la luna. Esto me recuerda a la noche que Laura desapareció..
O no.
No, por favor.
¿Qué viene ahora?

Alguien me coje por detrás de la boca para que no grite, intento hacerlo pero no puedo.
Miro las manos blancas y huesudas que me sostienen y hacen presión en mi boca, intento gritar más aún, pero me cuesta hasta respirar.

La persona que me coge por detrás se para en seco, me quita las raquíticas manos de la boca, y antes de que me dé tiempo a gritar me agarra fuerte del pelo, sosteniéndome así la cabeza y conduciéndola al tronco del árbol que parece ser que había detrás de mí.

Siento el mismo dolor infernal en la cabeza que el que sentí cuando ví el fantasma de Laura y me tiró hacia la pared, quedo inconsciente.

Segundos después me levanto y grito.
Grito tan fuerte que estoy con los ojos cerrados.
Cuando los abro..

Rubén y Justin están a mi lado mirándome asustados y alarmados.
Miro a mi alrededor por un segundo, paredes blancas, estoy sentada en una camilla de hospital.

Todo ha sido un sueño, menos mal.

Suena un pitido constante.
Me miro los brazos, está saliendome sangre de donde me he quitado los cables que tenía conectados a los brazos y manos en el impulso de levantarme de la cama y gritar, eso creo.

Enfermeras entran corriendo por la puerta, veo sangre en mis brazos, donde me he quitado la vía. Me duelen. Más sangre.
Me estoy mareando.
Estoy perdiendo el conocimiento.
Caigo a la cama impactando con mi espalda y mi cabeza.

Se escuchan voces.
Sigo escuchando el molesto pitido que indica que mi vida corre peligro.
Los sonidos empiezan a hacerse secundarios.
No veo nada.
Negro.

Silencio profundo.

Anastasia {Segunda Parte}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora