Pov: AmelíaDespués de que el vampiro haya dicho esas palabras, todos sueltan un jadeo y me miran con lástima, mi madre ahora llora con desesperación y yo entiendo menos.
Estoy más pérdida que hace un rato pues no comprendo nada. No entiendo el llanto desesperado de mi madre, las lágrimas silenciosas de mi padre, los sollozos pocos audibles de mi hermana y la mirada envenenada de mi hermano hacia el vampiro. No comprendo nada.
-Papá ¿Por qué han invitado a unos vampiros? Y ¿Por qué lloran?
Mi padre me mira con amor y dolor a la vez y eso es lo que no comprendo, pronto se escucha una carcajada seca en el salón y miro hacia el vampiro.
-Por lo visto aún no le han dicho nada, me pregunto ¿Por qué?- dice él con mofa y me mira de arriba abajo- Al menos no me ha tocado una mujer fea y de mal gusto. Eres hermosa.
Escucho un gruñido y se que proviene de mi hermano ya que pude sentir su ira.
-Tranquilo chucho, no te conviene y lo sabes.- le dice el vampiro a mi hermano. Mi hermano cae al piso con impotencia y yo corro hacia él.- Quieta.
Escucho que dice y me paralizó al instante pero no por la orden, sino, porque mi cuerpo no responde ,no me puedo mover
-Dejala por favor. No la lastimes.- escucho decir a mi hermana.
- No he venido a perder el tiempo, vine porque me pertenece y he traído el juez que oficiará la ceremonia.- todos jadean.- Y otra cosa, faltan menos de 20 minutos para las 10 pm, saben a lo que me refiero ¿Cierto?
Siento como me tocan el brazo e inmediatamente mi cuerpo toma movilidad. Me alejó del que ahora se era el vampiro y corro donde mi hermano.
-Saldré a tomar el aire. Tienen cinco minutos.- dijo y sale junto con los demás en un parpadear.
-Hija, tenemos que hablar.- Yo le miro y asiento. Mi padre se acerca a mi y me toma de la mano.- Sé que has escuchado la historia del tratado de paz.- vuelvo a asentir.- Hija... hija tu eres esa chica.
Mis ojos se abren a más no poder y de mis labios sale un jadeo ahogado. Lágrimas empiezan a correr por mis mejillas y yo me hundo en la impotencia.
- Según la leyenda; Una loba blanca nacerá, cuyos ojos grises plateados serán a causa de su soledad. Cabello blanco tendrá y cuando en su fiesta de cumpleaños la luna se torne roja y ella llore lágrimas de sangre, deberá ser entregada al rey vampiro para firmar la paz.- recita mi hermano.
-Y tú, tú eres esa loba Amelía.- termina mi hermana de decir.
-Papá ¿Por qué?.- pregunto ahogada en lágrimas, a lo qué el niega.
Entonces todo comienza a tener sentido. Las grandes fiestas de cumpleaños, la asistencia de los Alfas, las constantes miradas de lástima, todo, todo cobra sentido.
- ¿Por eso la asistencia de todos
¿Cierto?Mi padre asiente y yo a cada segundo me hundo más.
- Hija, tú decides ¿Si quieres entregarte a él? o ¿Irnos a una guerra?
Una guerra. Una guerra es lo que habrá si el tratado no es pactado. Una guerra en donde todos moriremos si yo no accedo a irme con él. Una maldita guerra.
-Entonces ¿No estaré con mi mate?- preguntó más para mí qué para ellos.
-Hija ...-
-Esta bien. Me entregaré.- digo llenándome de valor.
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Letargo
VampireSu existencia tenia un propósito; nacer para ser utilizada como un contrato de paz entre dos razas: Lobos y Vampiros. Amelía, la chica lobo que lleva en sus hombros el gran peso de sellar la paz. Leonardo, rey de los vampiros, déspota y con un coraz...