Pov: Amelia
Rara, extraña, vacia, sin ganas de nada. Asà me siento, creo que ésas son las palabras correctas, las palabras que me definen en este momento.
En mi cabeza hay un mundo a parte, existen dos inquilinas que estan a punto de volverme loca, estan a punto de matarse. Diria que ambas les gusta pelear, se la pasan todo el dÃa peleando y volviendome loca. Esas dos me traen con un dolor se cabeza intenso, estoy a punto de matarme para asà descansar.
-¡Ahh, callense ya!. Me tienen harta.-grito en mi cabeza.
Ambas hacen silencio, y yo dejo salir un suspiro. ¡Dios! Leonardo me ha condenado a un infierno.
Bajo las escalera de dos en dos. Voy rumbo a la cocina en busca de algo que comer, algo que sacie el hambre voraz de mi loba para luego ir por un poco de sangre para zafira mi parte vampiresa. Voy al frigo y lo abro. Busco todo lo que empiece por ''C'' y termine en ''E''. Una vez logrdo mi cometido me siento en la mesa y empiezo a comer la carné asà cruda.
Cuando termino de alimentar a Isa salgo de la cocina y de camino a la salida para mi mala suerte choco con Leonardo.
-Hola preciosa ¿A dónde ibas?-me pregunta agarrandome de la cintura. No le respondo.
Él empieza a acariciarme el cuello con la nariz, y sin proponermelo suspiro de placer.
¡Maldita zafira!
-Voy a alimentar a zafira.-decido responder.
-Bien, entonces vamos.-dice y me arrastra en dirección a las escaleras.
Trato de poner resistencia pero al ser más fuerte que yo me arrastra sin problemas. Llegamos a la puerta de nuestra habitación, abre la puerta y nos adentra en la estancia. Me deja parada en medio de esta y desaparece de mi vista.
Suspiro de impaciencia producto de zafira, ella se encuentra dando vueltas en mi cabeza con la intriga y la sed atroz que tiene. Siento algo cubrir mis ojos y por instinto llevo mis manos a mis ojos.
-Deja- le escucho decirme a la vez que retira mis manos.-Hoy te tengo una sorpresa, si sabes que hoy es dÃa de San ValentÃn ¿Cierto?-asiento.-Bien.
Me empuja con suavidad insitando mis pies a moverse. Camino guiada por él hasta que choco con la cama, me da la vuelta y me sienta en ella. Mi cuerpo se tensa de inmediato y mis manos sudan por la incertidumbre, siento como sus dedos trazan un camino imaginario en mis pechos y mi respiración se atasca.
Siento sus labios recorrer el camino ya trazado por sus dedos. Besos húmedos van quedando en cada lugar que sus labios rozan. Es doloroso y placentero a la vez.
-Te haré sentir sensaciones que nunca has sentido alguna vez. Hoy, seras completamente mÃa, en cuerpo y alma y tú me vas a corresponder como siempre quise que lo hagas..
Sus palabras hacen efecto en mi aunque mi loba no quiera, todo mi cuerpo se estremece a causa del efecto que Leonardo tiene en zafira, ella le desea y el lo sabe, sabe que ella respondera a él y por tanto se aprovechara de eso.
Ha estas alturas me encuentro recostada en la cama y completamente desnuda. Mis emociones son un revoltijo y cada partÃcula de mi piel lo esta deseando, se encuentra anhelando su toqué.
Las manos de Leonardo se encuentran en todas partes, sus labios recorren cada rincón de mi cuerpo y es fascinante ya que envÃan descargas a mi cuerpo causando sacudidas de placer en mÃ.
-¿Te gusta?- pregunta con voz ronca. Suspiro en respuesta y el me muerde un costado. Grito por la sorpresa.-Dime ¿Te gusta?
-S..si-respondo en un suspiro.
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Letargo
Про вампировSu existencia tenia un propósito; nacer para ser utilizada como un contrato de paz entre dos razas: Lobos y Vampiros. Amelía, la chica lobo que lleva en sus hombros el gran peso de sellar la paz. Leonardo, rey de los vampiros, déspota y con un coraz...