Letargo

Cap. 17

           Dedicado a lauranutella

Pov: Amelía

     Mi vida es un infierno. Un maldito infierno.

    Ver a mi padre morir ha sido una de las peores cosas que me han hecho sufrir. Ver a mi padre desfallecer frente a mis ojos a sido el dolor mas gran del mundo. Maldito seas Leonardo. Maldito seas!!.

    Salgo del chorro de agua y agarro la toalla que esta mas cerca, no se cuánto tiempo llevó aquí, ni siquiera se que será de mi de ahora en adelante. Mi padre muerto, mi loba sin querer comunicarse y, para rematar no tengo noticias de mi familia. No se cómo están o cuál fue la reacción al ver a mi padre sin vida, estoy segura que su reacción no fue nada buena y han de estar devastados.

     Una vez me he secado el cuerpo de forma mecánica, salgo del cuarto de baño y me dirijo al closet. Agarro unos leggings y una blusa negra holgada. Después de vestirme tengo la intención de volver a recostarme pero mis intenciones quedan en segundo plano cuando la puerta se abre.

-El señor la espera abajo.- dice una de las sirvientas y se marcha.

    Suspiro de forma audible y me dirijo a la puerta. En estas últimas dos semanas hago todo lo que el me pide pues después de haber matado a mi padre me amenazó con seguir con mi madre si yo no le obedecía.

    Bajo las escaleras de forma pausada y cuándo me encuentro a su lado me detengo.

-Buena chica.- dice con sorna.- Camina, visitaremos a mi suegra.

   Tiemblo cuando sus palabras terminan de salir de su boca. Veré a mi familia....Dios.

  ~*~

   El coche se detiene frente a la pequeña casa de mis padres. Esta demás decir que no tuvimos ningún problema para que una docena de vampiros entre a la manada, todo gracias al tratado claro. Maldito tratado, ellos no cumplen el pacto, entonces ¿Por qué nosotros sí?

   No deberíamos hacerlo, ni deberíamos cumplir algo que ellos no hacen. Cerdos asquerosos.

    El primero en bajar del auto es el copiloto, viene a nuestra puerta y la abre. Leonardo sale y yo le sigo. Más atrás vienen los demás y una sirvienta con el monstruo en los brazos. La puerta de la que con anterioridad fue mi casa se abre y del interior sale mi hermano. Mi impulso es ir a él corriendo pero una mano en mi antebrazo me detiene, suelto un quejido por lo fuerte que me sujeta.

    Minutos después nos encontramos caminando hacia la puerta, mi hermano le gruñe cuándo estamos frente a él, para luego darle acceso a la casa. Llegamos al leaving y encontramos a todos reunidos, eso me sorprende pero luego mis dudas son aclaradas gracias a las palabras de mi hermano.

-Estoy ansioso por conocer lo que nos tienes que decir, maldita escoria.- dice mi hermano.

   Leonardo sonríe y unos segundos después ya lo tiene agarrado al cuello y presionado a la pared.

-Por favor, Leonardo dejalo. Por favor.- ruego.

   Unos segundos después, los cuales me parecieron eternos lo suelta. José toce de forma descontrolada y da suspiros sonoros en busca de llevar oxigeno a sus pulmones. Diez minutos después todos nos encontramos sentados y envueltos en un silencio nada cómodo.

-Mi presencia aquí es para darles mi más sentido pésame por la muerte de mi querido suegro.- expresa el muy infeliz.- Suegra, siento de todo corazón la pérdida de mi querido suegro.

-Desgraciado!!.- grita mi hermano.

-Amor, por la diosa calmate. Por favor.- le ruega mi cuñada entre lágrimas.

   Una vez todos calmados nuevamente y Leonardo con su sonrisa cínica en los labios, el silencio vuelve a reinar, pero claro no por mucho.

-Entonces, ¿Usted a venido a expresa su sentir hacia la muerte de mi marido?- pregunta mi madre de forma pausada.

-Así es, suegra.-

-Y ¿No creé usted que podía evitarnos este dolor si no lo hubiera matado?- cuestiona ella entre dientes y con lágrimas en los ojos.

-Su hija pudo haberlo evitado.- dice con un ápice de aburrimiento. Ella me mira y yo niego.

-Mami.- digo de forma estrangulada.

- ¿Obedeciéndole ?- objeta ella.- Aceptando todos los abusos que le das!!!.- está vez grita.- Usted sólo a traído sufrimiento a esta familia.- termina diciendo..

    Leonardo se levanta del asentó y se dispone a ir contra mi madre. Mis hermanos se posicionan en su defensa y yo también me preparo para atacarlo, pero el llanto del bebé nos paraliza a todos. Leonardo gira su cuerpo en dirección al niño y lo toma en brazos.

-Se van a salvar porque el futuro rey me necesita.- sus palabras acompañadas de una risa siniestra da a entender qué cargan algo más, algo que sólo él conoce.

-Mami...-

-Camina.- ordena Leonardo y me empuja.

     Susurro un adiós silencioso a mi familia y ellos asienten regalandome una sonrisa.

    Salimos de casa de mis padres y nos montamos en el auto. Cada uno iba sumergido en su mundo, en un silencio totalmente denso, incómodo. Me sumerjo en mí mundo, recreandome en los momentos felices que compartí con mi familia, con mi padre.

    Recuerdo que cuándo era pequeña el siempre me llevaba a dar un paseo tomada de la mano, los dos siempre con una radiante sonrisa, totalmente felices. Tanta dicha.

   ¿A donde fue!!? Grito dentro de mí.

   Siento mis lágrimas caer, al tiempo que el coche para en la mansión. Todos bajamos del coche e ingresamos al interior de la casa.

-Lleva al niño a su habitación.- ordena Leonardo a la sirvienta.- Y tú, vamos a la habitación.- dice.

   Mi cuerpo tiembla púes se que quiere, subo las escaleras sin ninguna objeción rumbo a mi calvario. Al llegar al interior de esta me detengo a medio camino de la cama a la espera de su nueva petición. Siento como rodea mi cintura con sus sucias manos y coloca su mentón en mí hombro derecho.

-Hoy te quiero hacer el amor. Quiero que tú cuerpo sea consciente de cada caricias de mis dedos, de cada rose de mis labios a los tuyos.- mi cuerpo se estremece y no se porqué, pero me mantengo firme.-  Quiero sumergirme en ti, que mi sexo acaricie los pliegues del tuyo, estoy seguro que lo disfrutaras así como yo lo disfrutare también...

***********

Eahhhhhh ¿A que si las quiero?!!!!

Espero y hayan disfrutado.... Besos...

Chaito.