Cap. 30

2.6K 211 22
                                    

Pov: Amelia

     Afuera se escucha un fuerte estruendo y esa es mi señal para salir a toda prisa de la habitación. Cuando abro la puerta dos guardias me impiden el paso y a ambos los mando a volar de un sólo empujón aplicando toda la fuerza tal y como me enseñó Rodrigo en uno de mis entrenamientos con él.

   Bajo muy a prisa las escaleras y a cada guardia que encuentro en el camino lo elimino sin remordimientos ya que más tarde ellos pueden ser nuestros enemigos. Salgo al campo de batalla y todo es un caos. Sin perder tiempo me dispongo a matar a cada hombre de Leonardo que encuentre en mi camino. Algunos se sorprenden al verme atacando a los que debería defender y otros temen acercarseme ya que soy la esposa de su Rey.

   Ubicó con la mirada a Rodrigo peleando con Esteban, quién es la mano derecha de Leonardo y le dejo estar. Continuó peleando hasta que siento como alguien me da un fuerte golpe en el costado izquierdo lanzandome contra un árbol.

—¿Así qué me has traicionado? Perra inútil.- escucho decir a Leonardo.

  Dejo salir un quejido de dolor y levanto la cabeza para poder verle con una sonrisa burlona en mí rostro.

—¿Tú qué crees? Chupa sangre.- respondo con sorna.

   Él gruñe en respuesta y se abalanza sobre sobre mí. Me quedo a la espera del golpe que nunca llega, cuando observo me encuentro a Leonardo peleando con Rodrigo. Ambos hombres gruñen fuerte y se separan.

—Pagarás haber matado a mí hermano.- escupe Rodrigo con rabia. Leonardo sonríe y retira un flequillo de cabello que le obstaculizaba la vista sin mostrar signo de miedo.

— ¿Así que eres hermano de ese pobre diablo?- cuestiona, sonriendo.—¿Seguro que puedes conmigo?- pregunta ahora más serio.

—Te voy a mostrar si puedo ó no contigo.- dice Rodrigo y sin tiempo que perder se lanza sobre Leonardo.

   Me aparto de forma inmediata de los dos pues a pesar de que tengo que cobrarle unas cuantas a Leonardo, sé que Rodrigo lo quiere para él.

      La pelea entre ambos grupos continúa y no es hasta que todo queda en silencio que todos detenemos la pelea. Miro hacía el lugar donde la vista de todos está puesta y me quedo en shock con lo que mis ojos ven. Lágrimas corren por mis mejillas y mi corazón palpita a mil por horas. La imagen es tan grotesca, tan horrorosa que duele ¿Cómo es posible? ¡Dios, es doloroso lo que están viendo mis ojos.

    ¿Cómo pudo? ¿Cómo pudo él hacerlo?

—¿Qué...?-empiezo a decir en un pequeño susurro pero no logro terminar la oración.

—Le he matado, mami.- dice Leonardo Jr. con voz tranquila.— No me gusto que esté dañando el traje de mí papi.

   Mi cuerpo se llena de rabia al ver lo tranquilo que están ambos. Mis ojos derraman lágrimas al ver la cabeza de Rodrigo en las manos del monstruo que tengo como hijo. Mi cuerpo tiembla y sin pensarlo dos veces y aprovechando el descuido de ambos en un momento tomo rápidamente una espada que veo en el suelo y me abalanzó sobre Leonardo con la intención de atrabesarlo con ella.

    Por instinto ó no se porque diablos logra darse cuenta de mí ataque y lo bloquea. Ambos nos enfrascamos  en una pelea a muerte. Sus garras rasgan mi cuello y me aparto un momento.

—Te vas a arrepentir de haberme traicionado.- gruñe con rabia.

—Y tú, de haber nacido.- contra atacó.

      Su rostro se transforma en el monstruo que es y yo me preparo para de una vez por todas acabar con esto. Nuestros cuerpos se lanzan en busca del otro y sin pensarlo dos veces corto uno de sus brazos, mientras que el rasga uno de mis costados haciendo que caiga de bruces al suelo. Mi cuerpo se encuentra exhausto, no tengo fuerzas para levantarme.  Veo como molesto viene a mí corriendo y me preparo para morir pero antes, pienso jugar mi última carta. Me levanto un poco de forma que quedo de rodillas y lo espero.

   Espero su estocada, y aprovechando su distracción levanto la espada y se la entierro en el pecho con todas mis fuerzas al momento que siento como sus garras cortan mi vena Orta.

   Nuestros cuerpos caen de forma pesada al suelo y puedo ver como la vida se va de mi cuerpo. De mí boca brota sangre y que decir de mi garganta. Mis ojos poco a poco se cierran pero no quiero, no antes de asegurarme de que Leonardo éste muerto.

—¡No,mamá! Mami, no.- Álex toma mi cuerpo y acaricia mi rostro.—Mami, dime que estás bien.- súplica mi niño.

—Hi...hijo. tranquilo, todo esta bien.-sonrío en su dirección.—Cuídate mucho.

—Pero...-lo silencio con un dedo en sus labios.

—Dime que él está muerto.- él inmediatamente entiende. Coloca mi cuerpo con cuidado en el suelo y se dirige a su padre. Escucho un gruñido y con esfuerzo llevo mi vista hasta ahí encontrandome con Leonardo Jr. sosteniendo a su padre y llorando, pero eso no es lo que me sorprende. Lo que me sorprende es que Leonardo esta llorando lágrimas de sangre por lo que parece ser la muerte de su padre y le está impidiendo el paso a su hermano mayor.

   Al darme cuenta de que sí está muerto puedo respirar tranquila. Cierro los ojos por un momento para luego encontrame con los hermosos ojos de mi hijo bañados en lágrimas. Le sonrío y llevo una mano a su mejilla y retiro las lágrimas.

—Te amo, Mami.- dice entre hipidos.

—Yo... yo te amo más mi amor.- y sin más mi vida se apaga, llevándose con ella todo el sufrimiento.

   En el transcurso de la vida aprendí dos cosas: la primera que no existe el sufrir para siempre y la segunda es que nadie esta extinto de no sufrir. Mi vida fue más sufrimiento que alegría desde el momento en que Leonardo apareció en ella, arrastrandome a un abismo profundo llamado Letargo. Hoy gracias a la ayuda de un alma hermosa e podido enfrentarlo y a pesar de las innumerables perdidas he salido vencedora. Sé que en el proceso e perdido mi existencia pero no me arrepiento, pues al fín le he puesto punto y final a éste largo Letargo.

           ....FiN...


Hola mis chiquis bomba ¿Que tal todas?

¿Cómo creyeron que el capix anterior era el final? ¿Es que no saben que es una broma? Si a simple vista se ve inconclusa.

Ya veo que no me conocen, nunca dejo nada inconcluso y esta historia no es la excepción. Este si es el final, el otro era una bromita que no supieron cojer. Bueno esto era todo.

PD: no hay epílogo. Quiero que la historia quede así a su imaginación con relación a los dos hermanos. Tampoco habrá segundo temporada, seria más de lo mismo y no quiero. Así que hasta una próxima historia y Gracias por seguirla hasta el final. Besosssssssssss.

Chaito

Letargo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora