Cap. 14

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Pov: Amelía

Maratón 2/3

Hola mis amores. Antes que nada quiero pedir escusa por mi tardanza, pero es que estoy de médico en medico. Tengo problemas de salud y me necesitó cuidar. Es por esto que le estoy dando este maratón. Y aquí tienen su siguiente capítulo. Que lo disfruten.

*~*~*

De locos.

Este maldito lugar es de locos.

No se como sentirme ante todos los acontecimientos vividos en los últimos días. En como reaccionar ante la noticia de que Leonardo le haya regalado a su esposa a un amigo. Increíble. Cuando me entere y por su propia boca, casi pierdo el rumbo. Es que es algo fuera de mi, de mi entender, es que ¿Como pudo ser capaz?

¿Como se deshizo así, de su mujer?

Es algo insólito, y ahí, ahí me puede dar cuenta hasta donde llegan los sentimientos de ese hombre. Leonardo es un maldito desgraciado, un ser sin alma que sólo utiliza a las personas y las desecha cuando ya no les sirven.

Maldito desagraciado sin corazón.

~*~

Un día más. Un día más en este calvario y un mes más en estado de gestación. Los meses han pasado como corriente bajo el agua y nada a cambiado, y no es que tengo esperanzas de que cambien, pero si fe en que todo termine. Este estorbo en mi vientre tiene cinco meses y demás esta decir que cargo con una panza del tamaño de una piedra circular gigante, y eso junto al hecho de que sólo me queda un mes para dar a luz me tiene de muy mal humor. El maldito monstruo que llevo dentro esta casi al nacer, y el infeliz de Leonardo cada ves anda más feliz.

No se de que va su felicidad, es imposible de creer lo feliz que esta por su hijo, cualquiera diría que tiene algo entre manos y para ser sincera, estoy apunto de creerlo. Es que es imposible con el odio que le tiene a mi raza, el deseo que demuestra a que el niño nazca y por más que diga que esta así porque al fin tendrá un heredero, yo no le creó ni mierda. No le creó absolutamente nada.

-Buenos días señorita.- escucho una voz y resoplo. Mucho se había tardado.

-Dile a Leonardo que no bajaré. Que me siento mal y quiero estar en la cama.- le digo a la sirvienta con la mejor sonrisa que podría dar.

-El señor dijo que la quiere abajo.- dice con sorna.

- ¿Y que te acabo yo de decir?

Estoy harta. Harta de esa mujer que a pesar de no ser su culpa me ha cansado, harta de Leonardo por querer cuidarme demás por su maldito hijo, harta de la vida por darme este castigo, y harta de mi por no ser lo suficientemente fuerte y matarme de una maldita ves.

-Señora, yo sólo cumplo las órdenes del señor.- dice entre dientes.

-Pues cumple esta por una ves y dile a tu maldito señor que se baya al infierno

-Creeme que de ahí vengo.- doy un respingo al escuchar su voz.

Le busco en la habitación y lo encuentro a mi lado. De más esta decir que no le sentí llegar.

-No se que diablos te pasa, tampoco se si eres estúpida o te haces. Es una pena, ya me estabas comenzando ha agradar.- dice con su infaltable sonrisa.- Ahora no me hagas enojar y baja.

- ¿Y si no quiero?- ríe fuerte y suspira.

-Ya estaba echando en falta tu actitud desafiante.- dice.

No pasan dos segundos cuando siento como me levanta y siento la brisa azotar mi rostro. Cierro los ojos y cuando los abro me encuentro sentada en el comedor. Busco a Leonardo con la mirada y cuando lo encuentro le miro con odio. Me levantó de la silla y cuando hago un intento para salir del comedor escucho su voz amenazante.

-No te atrevas.- paso por alto su advertencia y me encaminó a la escalera.

Cuando estoy apunto de subir el primer escalón, siento que me toma del brazo. Me zafo de su agarre y continuó con mi propósito, Leonardo me vuelve a agarrar y yo empiezo a forcejear, en un tira y jale siento que me doy un fuerte golpe en el vientre que me hace gritar de dolor. Dejo de forcejear para sostener el lugar que me esta causando el dolor.

- ¿Que tienes?- pregunta él, pero yo no le prestó atención, sigo quejandome. De repente siento mis partes húmeda y decido llevar mi mano allí. Cuando sacó para ver, me entra el horror al ver que la humedad es sangre, estoy sangrando.

-Oh diablos.- es lo último qué escuchó antes de caer en la inconsciencia.

~*~

Bueno.. Arriba ya esta mi escusa, espero y lo entiendan. Si, se que me dirán: ya lo dijiste en el primer capítulo. Pero demás no está recordarlo. Besos

Chaito.

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