—Primero dime ¿Qué te pasa? —me preguntó de nuevo
—Nada solo tengo gripe —mentí
—Si claro y yo soy superman —se burlo
—Que genial no lo sabía —me reí
—Vamos Lauren dime —insistió
—Justin de verdad estoy cansada es tarde ¿Qué es lo que quieres? —pregunté irritada
— ¿Qué harás mañana? —me preguntó y me puse nerviosa
—No lo sé —contesté
—Te iba a decir que si vienes a mi casa y trabajamos en el proyecto —claro el proyecto me golpee la cabeza por idiota
—Está bien —suspiré
— ¿Dónde vives? —me preguntó
—No te voy a decir donde vivo —me reí —Nos vemos en la playa a la 1 pm, adiós Justin —dije y colgué
Apagué mi celular para que Justin no volviera a llamar ¿Quién le había dado mi teléfono?
Tomé el papel higiénico y limpie la sangre que había caído al piso, luego con un algodón y un poco de agua me limpie la herida ¿Qué estupidez había hecho? No lo volvería hacer de eso estaba segura, por mas extraordinario que se sintiera no quería lastimar mas mi cuerpo así que tome todas las cuchillas y las metí en mi mochila para botarlas en alguna basura en la calle, no quería correr el riesgo de que mamá las encontrara en la basura, luego de eso me fui a dormir
Al día siguiente me desperté con el ruido de la batidora, seguramente mi hermano estaba preparando sus licuados extraños para salir a correr, suspiré y me senté en la cama, baje a la cocina y mi hermano se estaba preparando para salir.
—Buenos días padrino —me reí
Empezó a reírse como loco y luego se quedo serio —Muy graciosa
—Gracias —sonreí y pasé por su laso
—Bueno me voy —dijo
—Debes ser el único que sale a trotar a las diez de la mañana —me burlé
—Y que —levanté los hombros y se fué
Desayuné sola como siempre ¿en donde estaban mis padres?, no lo sé pero la mayoría de veces nunca estaban, subí a mi habitación a arreglarme, no tardé mucho en la ducha solo lo necesario, me coloqué una pantaloneta corta de jeans, una polera un poco ajustada y unas sandalias rojas, tome mi bolso y me llene la muñeca de pulseras para que no se viera la herida, antes de salir de casa abrí las percianas y allí estaba un nuevo cartel.
“Esa no es mucha ventaja ¿Qué quieres saber?”
“Bueno ¿Cuántos años tienes?” fue lo primero que se me ocurrió escribir lo pegue en mi ventana y salí de casa.
En a portería pedí un taxi y le indique a donde me llevará, el clima se sentía caliente hasta la misma brisa que corría se sentía caliente seguro un horno estaría más frio que Sidney en ese momento, le pagué al taxista y cuando baje del taxi vi el auto de Justin estacionado y Justin bebiendo un refresco junto a él cuando me vio se levanto y camino hacia mí.
— ¿Por qué no te vistes así para el colegio? —preguntó mientras me veía de arriba abajo y me sentí extremadamente incómoda
—Deja de mirarme —dije incomoda —Vamos que queda mucho por hacer —me subí a su auto
—Bueno bienvenida a mi casa —Justin me abrió la puerta y cuando bajé la mandíbula casi me queda en el suelo, era una casa preciosa el jardín era espectacular y la piscina era enorme