Al siguiente día me desperté con dolor en la espalda, limpié la sangre seca que tenía en la muñeca y salí a mi habitación, todo estaba tal y como lo había dejado recogí las cuchillas las puse en mi mochila prometiendo de nuevo botarlas, aproveché que estaba en el baño y me duché, salí me vestí con una sudadera ya que no saldría de casa, tenía los ojos muy hinchados pero no me preocupé en arreglarlo, nadie en esta casa lo notaría.
Abrí las persianas allí estaba un nuevo cartel me reí.
“Tengo la edad suficiente para hablar contigo”
Me reí ¿que clase de respuesta era esa?
“Excelente respuesta ¿eres hombre o mujer?” escribí rápido y lo pegué en la ventana.
Luego bajé me preparé unas tortillas y desayuné…oh si sola.
Cuando subí a mi habitación había nuevo cartel
“Digamos que soy una buena persona”
Eso no contestaba a mi pregunta
“Bueno al menos ¿Cómo te llamas?” escribí
Pase todo el día en el computador no tenía nada mejor que hacer, solo almorcé algo que pedí a domicilio y eso fue todo lo que hice aparte de estar en el computador.
Al día siguiente me preparé para el colegio me coloque una falda blanca de boleros corta pero no mucho, un chaleco gris y unas sandalias del mismo color, antes de salir abrí mis persianas tal y como lo sospeche había un nuevo cartel.
“Me llamo Andy ¿tu?”
Ok Andy me la puso complicado, Andy era de hombre pero también de mujer así que por ese lado no averiguaré que sexo es.
“Lauren” garabateé mi nombre y lo pegué en la ventana
Tuve que tomar este vez el autobús pues no sabía si Sam iba a venir o no y no tuve más remedio, cuando me estaba bajando del autobús me empujaron por la espalda y caí de rodillas al suelo, me dolió muchísimo y me gire para ver quién era, muchos se estaban riendo pero no pude ver quien había sido asi que me levante me vi las rodillas me había raspado un poco pero no mucho, los ignoré por completo y seguí caminando, entré a uno de los edificios y busqué mi casillero ya que tenia crema allí para aplicarme un poco pero antes de llegar vi a lo lejos que Justin estaba quitando unas notas que habían pegado en él y se las guardaba en el bolsillo, lo alcance rápido.
— ¿Por qué las estas quitando? —le pregunte
—No son importantes —levanto los hombros
—Déjame ver —le exigí
—No enserio son una bobada —retrocedí un poco
—Que me las dejes ver —se las saqué del bolsillo iba a quitármelas pero lo mire mal así que no lo hizo
“Puta” “Fea” “Zorra” “Perdedora” ese tipo de insultos eran los que tenían las notas, suspire profundo ¿algún día iría a cambiar esto? Arrugué las notas y las lancé a la basura.
—Te dije que no eran importantes —Justin se recargó en su casillero
—No tenías porque quitarlas —saqué la crema de mi casillero y me empecé a aplicar un poco en las rodillas
— ¿Qué te paso? —me preguntó Justin
—Nada solo me caí —hice una mueca de dolor, la crema ardía un poco sobre la piel —Arde…arde mucho —empecé a saltar como loca
—Quédate quieta —Justin se agacho y me empezó a soplar las rodillas, en pocas palabras lo que paso es que si mi cuerpo hubiese sido un helado me estaría derritiendo, sonreí como una idiota pero no deje que Justin me viera así que luche por mantenerme seria