Capítulo 19.

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—Lauren déjame cambiar tu mundo —Justin susurró y juntó su frente con la mía
—No quiero que se vaya al piso lo poco que queda de él —suspiré
— ¿Confías en mí? —me preguntó Justin
—Más que nadie en el mundo —confesé
Justin acortó la distancia que había entre nosotros y me besó, me olvidé de mis padres, de mi hermano, de todo el mundo hasta me olvidé de mi nombre, Justin puso ambos brazos detrás de mi cintura y me abrazó pegándome más a él, coloqué mis manos en sus mejillas y disfruté del beso, lento y dulce; me sentí como fuera de este planeta y por primera vez en mucho tiempo sentí que encajaba en algo o más bien en alguien.
—Todo estará bien te lo prometo —susurró Justin sobre mis labios al tiempo que acariciaba tiernamente mis mejillas
—No prometas algo que no vas a poder cumplir —susurré
—Lauren mírame —me levantó el rostro con su muñeca —No hay nadie en este mundo a quien quiera hacer más feliz que a ti —me vió fijamente a los ojos y mi corazón empezó a latir frenéticamente —Lo que prometo lo cumplo preciosa —me dio un pequeño beso sobre los labios
—Chicos dejen los cariños para mañana ahora a dormir —la madre de Justin dijo desde la puerta y quise que se abriera un hoyo en el suelo y me tragara
—Ya vamos —le aviso Justin y Pattie se dio media vuelta hacia su habitación
—Descansa —me dijo y me beso de nuevo
Sus labios eran increíbles fuera de esta mundo como una droga a la que no era capaz de resistirme, cuando me besaba no pensaba en nada excepto en él; en lo maravillosa que me hacía sentir.
—Ya vete no quiero que tu madre regrese —me reí sobre sus labios 
—No importa si regresa —me siguió besando
—Me da pena —me alejé
— ¿Por qué si tu eres mi novia? —me sonrió con ternura
—¿Tu novia? — no pude evitar sonreír como una idiota con ese brillo en los ojos que suele aparecer en los niños pequeños cuando les entregas un dulce o cuando ven algo increíble
—Si, la única —juntó su frente con la mía —Ahora si descansa —me dio un beso en la frente y abandonó la habitación
Quien podía dormir luego de semejante día, pensé en mi padre me había hecho sentir como si yo no valiera ni un centavo y no pude evitar soltar algunas lagrimas, no hablaba mucho con mi padre tampoco éramos los mejores amigos, nunca me senté en sus piernas, nunca supe lo que era que él me cargara en su hombros, nunca se despidió de mi en las noches, nunca me dijo que él estaría al lado por si algún monstruo decidía asustarme cuando era una niña, pero era mi padre y a pesar de todo lo quería a mi manera pero lo quería, luego viene mi madre quien a esta hora ya debería estar enterada del asunto o al menos darse cuenta que no estaba en casa; tal vez mi padre se había inventado una excusa para no tener que contarle la verdad, tal vez mi hermano lo había hecho pero ¿Por qué seguía sin recibir su llamada?, por ultimo pensé en mi hermano en Tomas; él nunca me había defendido de esa manera, nunca se había preocupado por mí, ¿Por qué había empezado a hacerlo?, escuché como mi teléfono vibró a mi lado y me giré para tomarlo, era un mensaje de Justin.
¿Estas despierta?” 
Si, mi mente no me deja dormir” —respondí
Nos vemos en la sala” —envió de vuelta
No dude ni un segundo y me levanté de la cama, bajé las escaleras con cuidado de no hacer ruido y caminé hacia la sala, Justin había bajado la luz, casi parecía como si fuera iluminado por velas; me llamó con su mano y me hizo sentarme a su lado
— ¿Por qué no pudiste dormir? —me preguntó mientras pasaba un brazo por mis hombros
—No sé, muchos pensamientos rondan mi cabeza —levanté los hombros
—Relájate, despeja tu mente mañana será otro día —tomó una de mis manos entre las suyas y la acarició suavemente
—Lo sé, pero es complicado —suspiré
—Pero no imposible —me abrazó por los hombros y me recostó en su pecho —¿Sabes porque me reí la primera vez que ti? —mantuve mi silencio —Porque a mí me paso exactamente lo mismo, quedé bañado en pintura negra de los pies a la cabeza; fueron amables contigo no te echaron tanta —se empezó a reír
Así estuvimos gran parte de la noche, Justin me contaba historias muy graciosas y cada vez yo pensaba menos en mi familia, entonces me fui quedando dormida pero me levante porque jamás había dormido con un chico y me dio vergüenza
— ¿Qué pasa? —me preguntó Justin confundido
—Nada, creo que iré a dormir —dije nerviosa y me levante del sofá
—Ok te acompaño —se levantó también
Me quería quedar con él de verdad quería hacerlo pero los latidos de mi corazón no nos dejarían dormir a ninguno de los dos. Justo cuando estuvo frente a mi me tomó el rostro con ambas manos y me besó, al hacerlo sin querer rozo mi mejilla y me retiré por el dolor.
—Ah —gemí y me sobe la mejilla
—Lo lamento perdón —me sobó
—No te preocupes —sonreí — ¿Me veo muy mal verdad? —hice una mueca
—Para nada, tan hermosa como una princesa —me abrazó —¿Todavía quieres ir a dormir? —me sobó la espalda
—Mañana tenemos clases, aunque no quiera tenemos que dormir —me reí bajito
—Eso es cierto —hizo una mueca —Deberíamos quedarnos todo el día aquí mañana —propuso
—No lo creo —me reí —Además dudo que tu mamá nos deje hacer eso —le apunté con el dedo índice
—Está bien vamos te acompaño —me empezó a guiar por las escaleras
—Descansa —me dijo en la puerta de su habitación
—Justin —dije nerviosa —Mañana…bueno mañana —tragué fuerte
Mi mayor miedo en ese momento era que las cosas cambiaran de un día para otro, me había sucedido muchas veces, pero esta vez era diferente si cambiaban iba a ser demasiado duro para mi.
—Mañana…—me animó a seguir mientras me tomaba el rostro con ambas manos
—¿Nada cambiara verdad?, mañana seguirás siendo el mismo —me mordí el labio inferior
— ¿Qué te preocupa? —juntó su frente con la mía — ¿Qué mañana no sienta lo mismo por ti? —susurro asentí y no me atreví a decir nada.
En realidad iba más allá de eso, era miedo a que él se diera cuenta que estaba llena de problemas difíciles de solucionar, que pensara que estaba loca por cortarme o que lo hacía sin razones, que pensara que era una perdedora, que no pudiera con mi vida y decidiera apartarse de ella, más que todo ese era mi mayor miedo.
—Eso nunca va a pasar Lauren, yo quiero protegerte, que seas la mujer más feliz del mundo y quiero que sea conmigo, quiero sanar tu corazón, borrar tu pasado que solo pienses en el presente, Lauren yo me enamore de ti y eso es algo que no puedo dar marcha atrás, tu eres maravillosa y no voy a dejar que nada ni nadie me aleje de ti —dicho esto se agachó a mi altura, me puso ambas manos en la cintura acercándome a el pero en ningún momento me quitó la mirada de encima, entonces junto sus labios con los míos, subí al séptimo cielo y bajé en unos solos segundos —Descansa —me sonrió y se fue de la habitación
Me extendí en la cama, abrace la almohada tenía una sonrisa la cual no lograba borrar, no recordaba la última vez que había sonreído de esa manera, tal vez solo mi guitarra me había sacado sonrisas como esas, no soñé nada pero aun así sentí como si hubiera dormido horas y horas, en realidad descansé.
—Lauren cariño despierta —escuché la voz de Pattie sobre mi oído
— ¿Qué pasa? —me levanté entre dormida
—Tienes que ir a la escuela —me dijo burlona
—Es cierto —me reí de mi misma y me refregué los ojos
—Ve dúchate y luego baja para desayunar —me acarició la cabeza y salió de la habitación, suspiré viendo como Pattie se alejaba, Justin tenía mucha suerte de tener una madre como ella y con esos pensamientos me deshice de las cobijas.
Me entré a bañar no me tarde mucho, luego bajé y la familia de Justin estaba reunida en la mesa, Pattie tenía que llevar a Jazyy al jardín y Jeremy tenía que ir a trabajar, mientras desayunaba lidiaba con Jasón así que todos lo hacían juntos, igualito a mi familia que no se notara mucho el sarcasmo.
—Buenos días —dije tímidamente
—Hola preciosa —Justin me saludó con un beso y me puse como tomate, miré a todos Pattie disimulo como si no pasara nada y el padre de Justin nos veía con una mirada burlona.
Luego de eso salimos de su casa y nos subimos a su auto, tenía apenas la ropa que había podido meter en mi mochila, la sucia la deje en casa de Justin y solo metí mis libros.
—Qué verguenza con tu papa ¿Viste como nos miró? —me reí
—Mi padre mira de esa forma a todos, a él todo le parece gracioso —se rió
Cuando llegamos a la escuela lo primero que vino a mi mente fue la famosísima película ‘Twilight’ mientras Justin se daba la vuelta para ayudarme a bajar de su auto, el corazón me dió un vuelco y no pude evitar ponerme nerviosa cuando entrelazó su mano con la mía para caminar hacia los edificios, no me detuve a mirar si alguien nos veía o no, solo caminé junto a Justin.
Pensé en Bella la forma como la habían mirado la primera vez que Edward la llevó al colegio, todas las miradas estaban sobre ella; pero bueno este caso era diferente primero porque nadie nos veía o bueno al menos eso era lo que quería creer y segundo porque yo no salía con un vampiro salía con un humano el cual creía que los delfines nos iban a matar a todos pero al fin y al cabo, un humano.

The boy behind the posters {Justin Bieber}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora