—Justin espera —trate de frenar —No puedo simplemente salir de la escuela
— ¿Por qué no? —se detuvo —Es lo que estamos haciendo
—No puedo, si mis papás se enteran me matan —hice una mueca
—Bueno por ahí escuche que estas castigada y no puedes salir —hizo una mueca
— ¿Quién te lo dijo? —pregunté sorprendida
—En esta escuela no hay secretos, bueno uno que otro —se rió —El caso es que no te puedes esconder de Australia —levantó los hombros
—No lo sé —me mordí el labio inferior
—Te vas a divertir —sonrió — ¿Vienes? —me tendió la mano
De todas maneras con mi padre iba a estar castigada hasta el año 3000 así que bien podía divertirme u obedecerle e ir a clase y luego a casa, pero estaba tan enojada con mi padre que mi primera opción me pareció excelente.
—Ok —tome la mano de Justin y sonreí
Justin sonrió de oreja a oreja y me arrastró hasta su auto me puse el cinturón y Justin arrancó.
—¿Ahora estoy conociendo verdadera Lauren? se escapa de clases, está castigada, tiene tatuajes — Dijo Justin mientras las comisuras de sus labios se elevaban.
—Yo no soy así —me reí y me mordí el labio inferior
—No se trata de ser quien tu quieres ser, se trata de ser quien eres y créeme cuando te digo que esta eres tú —me sonrió y siguió conduciendo
No, yo no era así. En mi vida me habían castigado tal vez una o dos veces, jamás había faltado a una clase y desde que conocí a Justin ya iban dos veces que faltaba y solo llevo dos semanas, pero era divertido era más o menos una parte de mí que no conocía, Justin estacionó su auto dentro de un establecimiento y no sabía muy bien donde estábamos
— ¿Y esto qué es? —me bajé del auto
—Amm no sé si en tu anterior país no habían pero esto es un estacionamiento —se burló de mí
—Sé lo que es —lo miré mal —A lo que me refiero es que hacemos aquí
—Bueno al sitio que vamos digamos que el parqueadero es un poco —hizo una mueca —Demasiado costoso, queda a pocas cuadras de aquí así que podemos ir caminando —levantó los hombros
—Me gusta caminar —me reí y lo seguí fuera del parqueadero
Caminábamos frente a unas restaurante debo decir que Justin caminaba muy rápido, tuve que bajar su ritmo a mis pasos. No conocía Australia y no quería perderme ni un detalle, parecía idiota mirando para todos lados, con la boca abierta en realidad todo era bastante lindo entonces sentí como Justin me tomo de la mano y me enrojecí.
— ¿Qué haces? —pregunté
—Te tomo de la mano —levantó los hombros
—Eso ya lo sé pero ¿Por qué lo haces? —pregunte
—Para que no te pierdas —bromeo
— ¿Es enserio? —me reí mientras me detenía
—Está bien no, solo me gusta sostener tu mano —se acercó uno, dos pasos hacia mi hasta que quedamos a centímetros de distancia
Acarició mi rostro con mucha delicadeza, mi corazón amenazaba con salirse no sé cómo la gente no se tapaba los oídos por el ruido tan alto que producía mi corazón, sentí que me ardió la cara, podía ser tímida pero no idiota y era más que obvio lo que Justin estaba a punto de hacer, tomé aire como si de eso dependiera mi vida y agaché la cabeza; sentí la mano de Justin caer de mi rostro y extrañé su caricia pero así es como debían ser las cosas
—Ok no tenemos tiempo que perder —Justin empezó a caminar hacia adelante aun sin soltarme la mano
— ¿Estás enojado? —pregunté
—Porque lo estaría, tengo todo el año para conquistarte —me lanzó una de sus perfectas sonrisas y yo me reí
Caminamos hasta que vi un acuario enorme, la entrada estaba decorada con animales marinos y cosas así, luego de que Justin comprara las entradas, caminamos en el interior de un túnel pero a diferencia de cualquier túnel veías todos los peces. Estábamos adentrados en el mar o algo parecido; de repente paso un tiburón sobre nosotros y me agarré de la espalda de Justin.
—No me digas que les tienes miedo —se burló Justin
— ¿Quién diablos no le tiene miedo a un tiburón? —pregunté
—Pero aquí no nos pueden hacer nada —se siguió burlando
—Son enormes —hice una mueca
—Vamos Lauren, tus papás son biólogos marinos —dijo confundido
—Tú lo has dicho, mis papás —arrugué la nariz —Yo simplemente no puedo con todo esto —señalé para todos lados
—Vamos será divertido —se dio la vuelta y empezó a empujarme por la espalda
—Me siento tan pequeña —dije
—Lo sé es fascinante ¿verdad? —sonrió
—Bastante —miré fascinada el montón de especies que se acumulaban a mí alrededor
Llegamos a una parte donde había un estanque diferente de los demás, al parecer una atracción para el público
— ¿Eso es una sirena? —pregunte confundida
—Bueno técnicamente es una mujer disfrazada de sirena pero si es una sirena —levanto los hombros
—Bueno es linda —levanté los hombros y seguimos caminando
— ¿Crees en esas cosas de sirenas? —me preguntó Justin
— ¿Tu no? —pregunté
—La verdad no creo en nada de eso, hadas, duendes, sirenas no creo en eso —hizo una mueca
—Tienes que creer en algo que no puedas ver ni tocar, tú crees que Dios solo nos hizo a nosotros —me reí y Justin asintió —Allí afuera en el mundo exterior está lleno de magia y de criaturas que aun no conoces pero que tal vez algún día conozcas
—No creo en la magia —levanto los hombros
—La magia es algo que no puedes ver ni tocar, está en cada uno de nosotros pero no todos pueden encontrarla —sonreí y levanté los hombros
—Estás loca —Justin me dió un beso en la frente
—No lo estoy —dije convencida y seguí caminando junto a él
Luego de un rato llegamos a donde estaban los delfines, las criaturas mas adorables creadas por Dios.
—Son tan adorables —me pegué al vidrio y los admiré
—Eso es lo que quieren que nosotros pensemos —Justin dijo con voz misteriosa y yo me reí
— ¿De qué hablas? —lo miré
—Ellos tienen un plan macabro un día de estos se van a revelar y nos van a matar a todos y se apoderaran del mundo —dijo Justin y yo abrí los ojos como platos
—Menos mal que la loca soy yo —me reí
—Pero es que es enserio mira no mas como te miran, es como si tramaran algo —dijo
—Ajam claro —me reí muy fuerte
—Cuando te coman no me pidas ayuda —me dijo bastante serio
—Ven vamos tengo hambre —me reí y lo jale fuera del túnel