CAPÍTULO 7: "TEENAGERS"

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"Un brindis por las malas notas, los falsos amigos y ese amor imposible."

(Narra Mikey)

Ya son las tres en punto y estoy extremadamente nervioso. ¿No se suponía que a esta hora estaría en casa? ¿Se habrá arrepentido? ¿Le habrá ocurrido algo? No, de seguro se le olvidó pasar por mí, claro. Ha de ser eso. Camino de un lado a otro de mi habitación y comienzo a mordisquear el extremo de mi dedo pulgar, cuando golpean a mi puerta.
Sra.Way:-Mikey, ¿estás ahí? ¿Puedo entrar?
Mikey:-Lo harás de todos modos, ¿no?-El tono de fastidio se manifiesta en mi voz sin que intente reprimirlo. Abre la puerta y entra. Le miro con expresión de interrogación.-¿Y bien?
Sra.Way:-Quiero que hablemos.
Mikey:-¿De verdad tengo que hacerlo?
Sra.Way:-No, pero convengamos en que es lo mejor para todos.
Mikey:-¿Entonces fue Gerard quien te mandó a hacerme terapia?
Sra.Way:-Nadie me mandó a nada, Michael. ¿A caso es eso necesario para que quiera hablar con mi hijo?
Mikey:-Ah, no lo sé. Hace días que no me diriges la palabra, tú dime qué se supone que debo pensar...-Suspira y baja la mirada.
Sra.Way:-Como sea. Quiero hablar de nosotros y de los últimos acontecimientos.-Cuando se dispone a tomar asiento en la cama a mi lado, suena el timbre. Se adelanta y va a atender. Me doy un último vistazo en el espejo y bajo corriendo las escaleras. Es ella, Morgan.
Morgan:-Hola, ¿Es esta la casa de la familia Way?
Sra.Way:-Sí, claro.
Morgan:-Ah, genial. Estoy buscando a Michael, quedamos en salir hoy.
Sra.Way:-¿En serio? Vaya, no me había dicho nada...-Dubita un momento y se hace a un lado.-Pasa.-Morgan ingresa, observando todo alrededor sin disimulo.-Y tú eres...
Morgan:-Uhm, me llamo Morgan, una conocida de la escuela.
Sra. Way:-Ya. Yo soy Donna, la madre de Mikey. Un gusto conocerte.
Morgan:-El gusto es mío.
Mikey:-¡Hola!
Morgan:-¡Hey!-Se me acerca y palmea mi hombro.-¿Estás listo?
Mikey:-Claro, sí. Vamos.
Sra.Way:-Michael, tú y yo teníamos algo de lo qué hablar, ¿recuerdas?
Mikey:-Sí, pero es que ahora mismo no puedo, se nos hará tarde.
Sra.Way:-¿A dónde vas? No me habías avisado nada.
Mikey:-Vamos a las audiciones de Rugby de la escuela.-Frunce el ceño, me mira extrañada y suelta una carcajada.
Sra.Way:-No me digas que vas a audicionar, porque no te lo creo. Eres un desastre para los deportes, lo sé muy bien. Todos tus profesores me lo decían.-Le devuelvo una sonrisa sarcástica llena de ira; odio que finja ser simpática en presencia de otros.
Mikey:-¿Yo? Pfff, claro que no. Sólo iré a acompañar.
Sra.Way:-Supongo que podrías quedarte en casa y decirle a Miranda que vaya sola. Creo que lo tengo que hablar es mucho más importante, ¿no?-Morgan me observa con expresión interrogante, mis mejillas se encienden y un calor asciende por mi pecho. Hago un enorme esfuerzo por controlarme.
Mikey:-¡Já! Qué graciosa eres, má. Ya nos vamos, adiós.-Tomo a Morgan de la mano y abro la puerta presuroso.
Sra.Way:-Pero Michael...
Mikey:-Nos vemos en unas horas, llevo el móvil. Ah, y, por cierto, su nombre es Morgan, no Miranda.-Salimos, cierro la puerta a mis espaldas y suspiro.
Morgan:-¿Estás seguro de que quieres ir?
Mikey:-Por favor, no lo dudé ni por un segundo. Me has salvado de un discurso muy pesado, de verdad. Y, por cierto, disculpa la grosería, ella es así.
Morgan:-Ya, no te preocupes. Bonita casa.
Mikey:-Gracias, supongo. No está tan mal para haber sido conseguida de pronto, pero ni siquiera la siento como mía.-Esboza una sonrisa y mientras caminamos se me queda mirando así como ella siempre mira.-¿Qué ocurre?
Morgan:-Nada, estaba observando que estás vestido y peinado como para la iglesia. ¿Siempre eres tan prolijo?-No sé por qué razón, pero ese comentario me hace sentir estúpido.
Mikey:-No lo sé, no lo había pensado.-Mis mejillas se encienden.
Morgan:-Ya, tampoco es para que te cohíbas. Se te ve bien.-Sonríe y no puedo evitar devolverle una tonta sonrisa.
Mikey:-Gracias.-Saca una cajetilla de cigarros, enciende uno y me acerca la cajetilla.
Morgan:-¿Quieres?-Le miro un momento antes de responder.
Mikey:-¿Por qué no?-Tomo uno y me lo enciende. El sabor amargo del humo me raspa la garganta y me hace toser.
Morgan:-No fumas, ¿cierto?-Claro que no lo hago. No hasta ahora.
Mikey:-No, esta es la primera vez que pruebo. No está mal.
Morgan:-Es una mierda, te hace dependiente.
Mikey:-Hay cosas peores a las que volverse adicto, yo creo.
Morgan:-Ya, pero se supone que no debería llevarte por "el mal camino"...
Mikey:-Da igual. Tengo voluntad propia y, si me preguntas, tarde o temprano lo intentaría.
Morgan:-En ese caso, inhálalo despacio, principiante. Es más fácil y sabe mejor.
Mikey:-Como digas, profesional.-Me mira y sonríe.

Mama, we all go to HellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora