CAPÍTULO 8: "MONSTER"

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"Somos nuestros propios demonios, y hacemos de este mundo nuestro propio Infierno..."

(Narra Frank)

Genial. Otra vez con el cuerpo lleno de hematomas que ya no sé cómo disimular o excusar. Al menos casi nadie se atreve a hacer preguntas, pero Daniel y Jeff... ¡Mierda! Estoy definitivamente arruinado. Doy un puñetazo al lavabo, abro la canilla y me lavo la sangre del rostro enérgicamente. En verdad duele, pero me siento tan molesto, que eso pierde importancia. Escucho el sonido de la puerta y algunas voces, así que decido asomarme al pasillo de las habitaciones sigilosamente para que mi padre no me escuche y me dé otra paliza. Alexz acaba de llegar. Saluda a mamá y a papá y se dirige a su pieza. La sigo y entro sin golpear.
Frank:-¿Entonces?...
Alexz:-¿Entonces qué?-Responde tirándose en la cama aún sin tender.
Frank:-¿De dónde vienes?
Alexz:-¿Por qué la pregunta?
Frank:-Porque me interesa saber, claro...
Alexz:-Salí con un chico...
Frank:-¿Qué clase de chico?
Alexz:-Un amigo.
Frank:-¿Y de dónde lo conoces?
Alexz:-Ay, ya Frank, en serio. Sólo es un amigo.
Frank:-Claro, como digas. Pero mejor tienes en cuenta que acabas de cumplir los 15, ¿uh?
Alexz:-¿Qué significa eso?
Frank:-Lo sabes bien...
Se me acerca y me revuelve el cabello, fingiendo molestia.
Alexz:-¡No seas aburrido! Tú vives tu vida de cualquier manera, ¿por qué yo no habría de hacer lo mismo?
Frank:-Porque tú eres la que tiene futuro en la familia...
Alexz:-Tal vez no. Tal vez estoy más perdida que tú, no lo sabes...
Frank:-Sí, y prefiero no saberlo. No después de las que he tenido que llevarme por ti.
Alexz:-Ya, no te preocupes. Haré lo mejor que pueda. ¿Contento?
Frank:-No del todo... ¿Quién es él? ¿Cómo se llama?
Alexz:-¿Si te lo digo dejarás de hacer preguntas?
Frank:-Tal vez...
Alexz:-Se llama Ray.
Frank:-Y no es de Belleville, ¿cierto? De lo contrario, lo conocería. Bah, él me conocería y no estaría saliendo contigo.
Alexz:-Cierto, ¡te has encargado de alejarlos a todos!-Hace un puchero fingido.-No es de aquí.
Frank:-¿De dónde entonces?
Alexz:-Qué es esto, ¿un interrogatorio? Es de Newark.
Frank:-Newark, Newark... ¿Por qué será que se me hace tan familiar?-Se encoje de hombros.-Entonces qué, ¿se muda para aquí?
Alexz:-No, por suerte, no.
Frank:-¿Por suerte?
Alexz:-Sí, este pueblo es una mierda, un mal que no se le desea a nadie. Prefiero que esté lejos. Además, sino te conocería, y con la fama que tienes, seguro me deja de hablar a los días.
Frank:-No seas tan exagerada.-Me mira y alza el entrecejo en una expresión de sarcasmo.-Ya, okay. Tal vez sí...-Admito de mala gana. ¿O sea que viaja hasta aquí sólo para verte?
Alexz:-Sí. Es decir, no. Bah...-Suspira.-Tiene muy buenos ami... Quiero decir, sí. Viene sólo a verme. No conoce nada de por aquí. ¿Tiene eso algo de malo?
Frank:-No, pero es extraño.
Alexz:-¿Por?
Frank:-No lo sé, se me hace que hay algo que aún no me dices.
Alexz:-Frankie, NO ESTAMOS SALIENDO. ¿En qué idioma debo decirlo? Y si lo hiciéramos, tampoco tendrías razón alguna por la que preocuparte. Sé bien lo que hago y con quiénes ando, ¿sí?
Frank:-Ya, como digas. Pero promete que te andarás con cuidado.
Alexz:-Sí Frank, lo haré.-Responde añadiendo a propósito cierto tono de fastidio. Se incorpora, se me acerca, me abraza enérgicamente y besa mi mejilla. Devuelvo su gesto pensativo... Tendré que averiguar quién es ese tal Ray...

(Narra Gerard)
"Puedo dejarlo cuando quiera", suelo repetirme siempre mientras ingiero las píldoras de Mikey para la depresión. Él no las beberá, de todos modos. Son para situaciones particulares, pero sé que aún si se encontrara en condiciones extremas, no las bebería. Bah, él siempre ha odiado los medicamentos, ya que desde niño ha tenido que consumirlos obligado por una razón o la otra. Y con el cóctel que tiene que tomar ahora, la verdad no lo culpo. Yo también estaría en desacuerdo. Como sea, me siento estúpido por esto, pero... ¿Qué más puedo hacer? No es que en realidad lo pretendiera, en absoluto. Sólo fui al sanitario, abrí el armario y allí estaban ellas, simplemente allí, esperando por mí, casi como llamándome. Ofreciéndose a transportarme a otro mundo, lleno de colores, felicidad y seguridad. Un mundo completamente diferente al mío.
Puedo dejarlo cuando quiera, no soy un adicto. No es un gran problema.
Puedo dejarlo como toda la gente. Bah, al menos mucha gente.
Por extraño que parezca, nunca he sido un chico depresivo. Quiero decir, como todos los adolescentes, a veces me siento mal, pero no es algo sistemático. Bueno, no lo era antes. Ahora todo ha cambiado... Ahora parece como si el mundo estuviese sobre mis hombros, y todos descansando en mí. A veces simplemente siento que todo está a punto de terminar, y es entonces cuando mis alternativas se reducen a esta. ¿Eso me convierte en una persona adicta? No lo sé, pero me convierte en un gilipollas. Al menos nadie lo sabe. Supongo que es lo mejor para todos, así puedo seguir fingiendo que nada está ocurriéndome, que no tengo sentimientos, que soy la persona que siempre se encuentra bien. Porque alguien tiene que hacerlo. Alguien tiene que restablecer el orden ahora que papá no está. Se lo debo a él, y a mamá, y a la abuela, y a mí mismo, pero más que nada, se lo debo a Mikey. Él siempre ha tenido esa extraña fe ciega en mí, esa profunda admiración, y no quiero defraudarlo.
No es tan malo estar así. No hay preguntas. Pero soy un completo mentiroso. Miento tanto y tan bien, que por momentos comienzo a creer en mis propias mentiras, me ahogo en ellas. Y es entonces cuando me pregunto: "Gerard, ¿Quién diablos eres ahora?" Soy una mierda, definitivamente. Y más que nada, de verdad extraño a Ray. Pero al menos tengo alguien con quien hablar. Kellin es una buena persona. Claro que no es capaz de suplir a mi mejor amigo, aunque parezca ser sincero, confiable y comprensivo, porque nadie puede ser más cercano a mí que alguien a quien conozco desde que tengo memoria. Ray es como mi hermano, con la diferencia de que no me da ni la mitad de problemas que me da Mikes siendo el real. De cualquier modo, es duro estar peleado con él. Quiero decir, somos familia. Siempre hemos estado juntos, luchando juntos. Me aterra no saber dónde está. El sólo considerar que podría estar sufriendo ahora mismo me hace estremecer. Si algo malo le sucede, siempre será mi culpa, porque no estuve con él cuando realmente me necesitó. A veces me siento tan egoísta... Como ahora mismo. No entiendo cómo pude perderle de vista, siempre estoy al tanto de lo que hace o deja de hacer. Así que, aquí estoy. En los sanitarios del gimnasio hace como cinco minutos llamándole al móvil y no sé por qué sigo haciéndolo, si sé perfectamente que no atenderá; ya es la octava vez que pone la contestadora. Kellin ya se debe haber dormido esperándome, si es que no se marchó. ¿Dónde se habrá metido? Belleville es un pueblo pequeño y él no conoce a nadie ni ningún lugar. Las dos únicas personas con quienes habla sin ser Ray o yo son Pete y Morgan, y están aquí, así que... ¿Qué se supone que debo pensar? Mis ideas son interrumpidas por el sonido de una llamada entrante. Contesto inmediatamente, sólo deseando escuchar la voz de mi hermano, pero en lugar de eso escucho la de mamá.
Sra.Way:-Gee, ¿Mikey está contigo?-Okay. Eso sólo puede ser una mala señal.
Gerard:-No.
Sra. Way:-Lo llamé como tres veces al móvil, pero no responde. Es que en realidad está molesto conmigo, así es que no creo que quiera hablarme. ¿Podrías darte una vuelta por las dichosas audiciones esas? Sólo para asegurarte de que todo está bien.-Se me hace un nudo en la garganta.
Gerard:-Estoy aquí ahora mismo, y Mikey no está.
Sra. Way:-¿¡Pero cómo puede ser!? Me dijo que irían ahí con la chica extraña esa que vino a buscarle. ¡Yo sabía que mentía, debí saberlo! Escúchame Gerard, no me mientas y no intentes encubrirlo, ¿en dónde está tu hermano?-Trago con dificultad. Luego de algunos segundos y con un vestigio de voz, por fin le respondo.
Gerard:-No lo sé.

Mama, we all go to HellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora