Estaría perdido sin mi blogger [Johnlock Fanfic] - 2

Su Última Noche

Sherlock no podía sacarse a Moriarty de la cabeza. Tarde o temprano acabaría con él, lo había dicho. Quiero verte caer. Estas palabras resonaban en la cabeza del detective.

Debo alejarme de John, pensó, lo estoy poniendo en peligro.

John, el hombre que había puesto su vida patas arriba, el hombre que había conseguido que el mismísimo Sherlock Holmes dejase de ser una máquina y comenzase a creer en el amor.

Pero todo cuento de hadas tiene un villano y un final, que no siempre es feliz. Y su final había llegado.

Esa sería su última noche con John. Moriarty quería destruirlos lo antes posible, eso estaba claro.

***

Cuando John se metió en la cama, Sherlock lo estaba esperando. El detective estaba preocupado, lo vio en sus ojos, pero prefirió no preguntar. Simplemente se tumbó a su lado y le acarició el pelo.

Sherlock comenzó a besarle el cuello, y poco a poco sus labios fueron bajando. Le quitó la camiseta a John y repartió besos por todo su torso.

John se dejó llevar, empezó besándole los labios a Sherlock y acabó más abajo de lo que jamás había llegado a besar a nadie.

El pantalón de Sherlock estaba cada vez más abultado.

Si esta es nuestra última noche juntos, hay que pasarlo lo mejor posible.

Sherlock comenzó a frotar su cuerpo contra el de John, intentando no hacer mucho ruido para evitar futuras preguntas de la señora Hudson.

Cuando ya casi no podía más, John se colocó sobre Sherlock y le bajó los pantalones ansiosamente.

-Sherlock, ¿Seguro que quieres hacerlo? No parece que te encuentres muy bien hoy.

-Cállate John. Cállate y penétrame ya.

John hizo lo que se le ordenaba. Primero despacio, y luego fue aumentando el ritmo hasta que Sherlock no pudo contener sus gemidos.

John tampoco aguantó mucho más y acabó corriéndose dentro de Sherlock.

John no tardó mucho en quedarse dormido, pero Sherlock pasó la noche en vela, preguntándose qué le tendría preparado Moriarty.

***

Les despertó el sonido del teléfono. Al parecer Lestrade tenía un caso importante, y necesitaba la ayuda de Sherlock.

La señora Hudson no hizo preguntas incómodas durante el desayuno. John tampoco dijo nada, sabía que Sherlock estaba preocupado y prefirió respetar su silencio.