Un Giro Inesperado

94 10 1
                                    

Era un día soleado en el sendo bosque de las afueras de Magnolia.

El sol brillaba, el cielo estaba azul y la hierba parecía estar más verde que nunca.

Han pasado varias semanas desde que llegué.

En ese tiempo, mis poderes de Dragon Slayer aumentaron casi instantaneamente a los pocos días de entrenar.

Gajeel y yo soliamos esntrenar juntos y a veces mi padre nos instruía. Mi olfato, mi oido y mi sexto sentido mejoraron tanto como mi vista. Aguda como la de un dragón. Ya no me sentía extraño al expresar esa palabra.

Laxus y yo acabamos llevándonos bien aunque le encantaba chincharme como a un niño.

Loke se había marchado a una misión especial que le encomendó el maestro Makarov, pero no sabía a donde.

Me fui al gremio como todas las mañanas después de dar un paseo con mi hermana en el lago del bosque donde soliamos pescar. Mirajane, como siempre, nos saludaba sonriente desde la barra, y Kinana hacía igual. Nos sentamos con Cana y Evergreen en una mesa y empezamos a hablar.

Conocí mejor a los miembros de Fairy Tail, entre ellos a las amigas de Meredy. Miliana, a pesar de estar loca por los gatos, es criadora de dragones domesticos y sueña con abrir un refugio para los gatos abandonados de Fiore. Cana era una Dragon Slayer del Veneno y Eva una Dragon Slayer de la Luz. Las dos eran veteranas y eran capaces de tranformarse en dragonas y en tranformarse en medio dragonas.

Esa era una transformación que aún no había completado. Consistía en llenar parte del cuerpo en escamas de dragón, con brazos y garras de dragón, alas y una cola de dragón.

También conocí a un chico que no había visto antes ya que estaba de misión fuera del gremio. Se llamaba Freed y a parte de ser algo reservado era bastante sociable. Ante todo era un autentico admirador de Laxus. Llevaba consigo una espada de estilo elegante para el arte de la esgrima. Tenía el cabello verde y ojos del mismo color y la marca de su gremio estaba en su mano del mismo color.

Meredy me explicó de que iban eso de las marcas de los miembros del gremio. Era para saber a que gremio perteneces, aunque solo haya uno. Elijes un color y la parte del cuerpo donde quieres que lo pongan. Y lo que más me exrañó, es que la marca no desaparecerá a menos que el quien la lleve muera. Era extraño pero increible.

Pedimos el desayuno y luego mi hermana y yo miramos anuncios de misiones en una gran pared al lado de la barra. Para mí era la primera vez que veía el tablón. Había un montón de misiones por hacer y no estabamos seguros de cual elegir. Finalmente Mirajane nos ayudo a elegir una y acabamos por recoger plantas curativas para plantar las semillas más cerca del gremio y que Grandine no tuviera la necesidad de irse varios días del campamento para ir a recogerlas.

No fue muy díficil pero fueron cuatro días en total para completar la misión. En ese tiempo decidí esforzarme para conocer mejor a mi hermana. Fue un viaje genial. Y lo cierto es que cuando llegamos de nuevo al gremio, se me formó una sonrisa en la cara.

Creo que estaba empezando a confiar en todos ellos. Sentía exactamente lo mismo que sentí al conocer a Lucy y confiarle mi mayor secreto.

- Bueno Meredy, me voy a entrenar. - le dije a mi hermana.

- Es... espera Natsu. - me detuvo ella sujetando mi brazo.

- ¿Que ocurre Meredy? - me extrañó ver a Meredy mover las manos nerviosamente.

- Esto... ¿Pu... puedo... entrenar contigo? - dijo con la mirada gacha. - Es que... te has esforzado tanto... tanto en encanjar aqui como en tus entrenamientos... y me encantaría esforzarme tanto como lo haces tú. Quiero intentar usar magia de Dragon Slayer. Por favor Natsu, ayudame.

El Caballero de La Armadura de DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora