El Caballero de La Armadura de Dragón

Descendencia Familiar

Esta vez me reuniría con mi padre de nuevo. Aún necesitaba saber algo más.

Si me llené de llamas de la nada, y mi padre en realidad es un dragón tal vez... tengo parte de dragón. Me asqueaba pensar en eso. A ver comprendo que haya dragones como mi padre pero... los demás son sólo asesinos. Son monstruos sin corazón mires donde mires. Pero... ¿Y si yo fuera... uno de ellos? ¿Y si mis hermanos también son dragones? Entonces... ¿En qué me convierte eso? ¿Que soy yo? ¿Un humano o un dragón?

Llegué a la cabaña donde se alojaba mi padre y vio que estaba algo alterado. Pensar en eso hacía que me desquiciara.

- ¿Que es lo que te pasa Natsu? - preguntó sentandose en uno de los muebles.

Le miré decidido y le contesté.

- Papá... ¿Soy medio dragón?

Su acogedora sonrisa desapareció de su rostro y me pareció verlo algo entristezido.

- Antes de llegar aqui, estaba luchando contra un dragón completamente negro como el acero y con un tono brillante. - le empezé a explicar. - Me destrozó el arma que tenía y en un momento... me llené de fuego y...

- Sé muy bien lo que pasó. - esa interrupción fue tan cortante que hasta me quedé callado por la impresión.

De los pocos años que pasé con él en mi infancia jamás recordé verlo enfadado.

- Yo estuve allí. Y te recogí en cuanto las tropas se reunieron en la parte donde refugiaban al pueblo.

Se quedó callado de repente como si hubiera recordado algo.

- Cuando me di cuenta de que eras mi hijo... - me pareció ver salir una lagrima de su ojo pero si fue así se la secó tan rápido que ni lo noté.

- ¿Soy un medio dragón? - su mirada volvió a la normalidad.

- Es más complicado que eso. Hijo, tu posees la cualidad de la magia Dragon Slayer. ¿Sabes lo que significa esa expesión?

- Asesinos de Dragones... como el nombre que puso el Rey Makarov en el primer pelotón de la élite. - me quedé pensativo.

- Ese poder es capaz de asesinar a dragones.

- ¿De verdad?

- Hace años los humanos no tenian ni una posibilidad de matar a un dragón si no era con esa magia pero cuando los dragones propusieron quedar en paz con los humanos, decidieron enseñarles esa magia para demostrar que la paz entre ambas especies era posible.

- ¿Y por que no nos enseñaste esa magia? Es decir como soy... ya sabes...

- Veras hijo esa magia se enseña pero no porque desciendas de un dragón de verdad.

- ¿A que te refieres con eso?

- Me refiero a que tú puedes aprender esa magia sin problemas casi por instinto. Tienes un don. Es una magia que esta hecha para tí no tendras problemas para realizarla. Pero aparte de eso, el que seas hijo de un dragón, también te permite convertirte en uno, o por lo menos mitad humano mitad dragón.

- Mitad humano mitad dragón. - casi cai de la silla por la impresión. - Entonces... ¿Meredy también puede hacerlo?

- Bueno... en Meredy ha sido un caso algo extraño. Por alguna razón no puede aprender esa magia ni transformarse. Aunque creo que es como un bloqueo mental por el trauma que sufrió aquel dia.

- Entiendo... papá... ¿Viste a Zeref?

Él bajó la cabeza evitando mirarme a los ojos. Se le veía destrozado.