Capítulo 15

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"Lacerante es el dolor de los amores secretos y no correspondidos. Impulsivo y abrazador, es el deseo que consumen los amores prohibidos. Pero un amor secreto y prohibido a la vez, es una corriente subterránea que amenaza arrasar contigo desde lo más profundo de tu alma."

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Mía Colucci:

Limpié mi cara con un poco de agua que se encontraba en un recipiente sobre la mesa del salón de coreo y sacudí mi cabeza hacia atrás tomando aire e intentando estar lo mas relajada y concentrada posible. Tomé una toalla y con pequeños golpecitos sequé cuidadosamente mi rostro.

— Okay, chicas. — Volteé a verlas dando media vuelta sobre mis talones. — En este baile las quiero súper sexys, súper sensuales. — Coloqué mis manos en mi cintura de manera coqueta. — ¿Que número de pista va, Celi? — Le pregunté a Celi quien, como siempre, se encontraba en el área de DJ.

— Es la número cuatro. — Gritó desde su lugar con un montón de cables enredados alrededor de su cuello y un disco en sus manos.

— ¡Venga! Pero con mucho carisma y sonrisas. Siempre sonrisas, por favor. — Ellas asienten y se colocan en su lugar.

Celi puso el disco y la música comenzó a sonar en todo el salón.

— cinco, seis, siete, ocho... — Comenzamos bailar manera sensual. — ¡Eso! — Me alegré de ver que las chicas bailaban bastante bien. Movía mi cintura de manera sensual mientras con mis ojos cerrados me concentraba en el ritmo de la música.

— ¡Eso! Muy bien. — Sonreí al verlas y volví a cerrar mis ojos para concentrarme en la música. Cuando de pronto el ritmo de la música cambió a una más movida y mis chicas y yo nos detuvimos. — ¿Qué pasa? — Pregunté sin comprender cuando mi pregunta fue respondida al ver a Roberta entrar al salón con Jose Luján y un grupo de chicas. Entraron bailando y saltando como locas. 

— ¡Apágame esa música, Celina! — Le dije a Celi quien tenía una guerra con Belén quién le evitaba el paso. — ¡Se me van a tronar los tímpanos, por favor!

— ¡Ehhh!

— ¡Wuuuh!

— ¡Ahhh!

Escuchaba a Roberta y su grupo gritar y bailar como locas.

— ¡Basta! — Espeté molesta pero ellas no se detuvieron. — O sea, huelen horrible.

— Óyeme, ¿por qué? — Se queja Roberta al ver que la música se dejó de escuchar. — ¿Por qué? Si todas tenemos derecho a bailar lo que nos gusta. — Truena los dedos y se acerca a mi desafiante. Yo me acerqué a ella de la misma manera con las manos apoyadas en mi cintura.

— ¿Ah, sí? Pues todas quieren bailar conmigo, querida. — Sonreí victoriosa y ella suelta una risa seca.

— Porque te tienen miedo.

— ¿Ah, sí?

— Pero yo no, estúpida.

— ¿Estúpida?

— Sí.

— Ah, mira... Eres súper fina tú, ¿verdad? — Dije sarcástica. — Diciendo estúpida.

— Sí.

— ¿Sí?

— Eso es lo que tengo enfrente. — Me señala de arriba a abajo y reí burlona.

— Eres una naca, Roberta.

— Y tú eres una idiota. — Entrecierra los ojos.

— ¿Ah, sí? Pobrecita. Te urge un cambio de look. — La miré de arriba a abajo.

Rebelde [1° Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora