Nada...
no me sale nada.
Las palabras se han consumido.
Mis manos no tienen fuerza para escribir ni una palabra más.
Nada...
Nada sale de este pecho enfermo
De este silencio con voces fantasmas.
No hay nada...
soy nada...
no eres nada.
Pero una nada que duele como nada en el mundo.
Te llevaste contigo mis versos, mis palabras
¿Y ahora que hago?
No tengo ánimos para rimarte, para versarte para que seas mi poema andante.
Te lo llevaste...
Ya no hay besayunos en la cama, versos escritos en tu espalda.
Melodías entre las sábanas.
aquellos gemidos afinados que solo yo sacaba.
Pero hoy no hay nada...
¿Cómo pudo pasar?
ya no recuerdo ni tú cara,
ni tus manos, ni tu piel se han esfumado como humo de cigarrillo, pero queda la esencia que te recuerda que estuvo ahí, que fue real.
Y así es cuando nos marchamos... nos volvemos recuerdo, espera, esperanza y con el tiempo se olvidan nuestras caras, nuestras voces, nuestras mañas...
y somos nada...
nos convertimos en nada.
Somos recuerdos que llegan cuando pensamos en nada.
¿Como se puede decir que nada no es nada?...
Cuando resume y abarca todo lo que soy, de lo que fuimos, de lo que no seremos... nada.
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Versos que no son versos
PoesíaPensamientos...sentimientos...emociones... relatos... Que se van convirtiendo en palabras.