Elena, casa de P, S y E
-¡Tía,que nos van a dar las uvas!-cojo el bolso y los zapatos, y me siento al lado de Paula.
-Creo que sigue en pijama-añade esta, cuando Sofía baja por las escaleras, casi se mata de lo torpe que es.
Me pongo los zapatos y vamos a la cafetería a desayunar, ya que nos da pereza hacer el desayuno. Divas somos.***
Me traen mi ColaCao, el que está algo agrio.
-Un poco de más leche, por favor-le sonrío a el chico moreno y con gorra que hace de camarero.
-Toma-me entrega el vaso, este con leche.
-Gracias,em...-él me corta.
-David-sonríe y sigue a lo suyo.
Le hecho la leche a mi ColaCao,el que ahora está más delicioso.***
Ainhoa
-Quiero un Iphone-suplica,por séptima vez en los veinte minutos que llevamos en la cafetería-Lo quiero rosa y grande-sonríe triunfante, y remueve su café con la cuchara,para luego darle un trago.
-Aja, que sí, que vale-hago como que la escucho,y me dispongo a beber de mi nestea.
Las luces se apagan.
-¿Pero qué...-unos gritos hacen que pare de hablar.
-Joder,¡Y mi ColaCao!¿¡Dónde mierda está!?-grita esta chica, bastante alterada.
-Me recuerda a Aida- dice María, dirigiéndose a mí, la hermana de esta.
-¡¿Pero quién es el asqueroso y puto que me lo ha robado?!¡Te odio seas quién seas!***
Sof
-¡Te odio seas quién seas!-no evito reír, y estallo a carcajadas.
-Illa,para algo estudias criminología-añade Paula, la que le da una idea.
-¡Hostia sí!, aunque no me entero de mucho en las clases-ríe-A investigar.
No se qué mierda vamos a hacer con las luces apagadas y con la retrasada mental de guía. Acabaremos haciendo el gilipollas, seguro.***
María
Yo siempre he querido ser espía. Pero he acabado estudiando pediatría, no se cómo. Temas aparte, voy a espiar.
Ando de puntillas sin intentar hacer ruido, pero me choco con todo. Se me da muy bien espiar, la verdad.
Me meto en un armario, arranco el pomo, y hago un agujero donde cabe mi diminuto móvil.
Soy una adicta a Snapchat, así que voy a grabar snaps con el flahs.***
Paula
Cómo ya sabíamos, Sofía a acabado como tal cual histérica buscando el ColaCao y yo estoy en el suelo haciendo de alfombra o de fregona, según lo veas.
Elena se acaba de subir a la barra del bar, a saber que va a hacer.-Haber, quien tenga MÍ ColaCao, que sepa que se va a quedar calvo, aunque ame mucho su pelo, estéril y pobre. Sin casa, sin coche y sin trabajo. Y sin MÍ ColaCao. Que esa persona me de MÍ ColaCao, o que se prepare para morir...-grita esta, pero se gira y un flahs la deslumbra, y cae encima mía.
Muy bien, definitivamente hago de colchoneta. No sé cómo, ni de dónde, una chica empieza a reírse. Su móvil cae y me da en la cabeza.
***
María
Mi móvil cae. Intento salvarlo y me tiro a por él, pero es tarde.
Acabo cayendo encima de dos chicas. Se escuchan más risas, y algo cae encima nuestra.
Algo duro, con cuchara y líquido. Espera, que huele a ColaCao.
Una gran mancha de ColaCao a manchado mi camiseta blanca.
Mi suerte.***
Elena
Un móvil y una chica caen encima mía. Y seguidamente, MÍ COLACAO¿DÓNDE ESTABA?¿PERO QUÉ...?
Las luces se encienden.-¡Ayuda, ayuda!-grita una chica a la que no conozco.
Un moreno de ojos claros, que estaba sentado en una mesa apartada con otros chicos, y uno rubio, con el pelo largo, se ríe.
El moreno se levanta de la silla, y le da un pañuelo a la chica.
-Gracias-dice esta, y se suena los mocos.
Que puta ama, por favor.
-De nada-este ríe, y le entrega la mano.
Ella se dispone a cogerla, pero el la aparta.
Buena broma. Todos reímos a carcajadas con la cara de la chica, que hace bastante gracia.