P.O.V Melody
Miramos hacia atrás y vimos a 4 de BTS Jin, V, RapMonster y JungKook.
Las dos nos miramos sorprendidas y como a cualquier fangirl, gritamos, gritamos tanto que no era ni normal. Mi bias era JungKook, siempre lo había sido y desde que lo vi me enamoré de él sin que yo lo conociera y por fin lo conocía.
-Somos trainees-Dijo Sheila.
No paraba de mirar a V, ella siempre había tenido la esperanza de conocerlo, pero como a cualquier otra, las perdía, pero ahora ella lo podía ver en carne y hueso, en vez de verlo en una pantalla fría y solitaria. Ahora podía ver a esa persona cada día en 3D, ella todavía no lo podía creer, tenían una gran diferencia de edad, pero ella simplemente lo amaba incondicionalmente.
-¿Y somos ARMYs, podrías firmarme la frente?-Preguntó Sheila a V, él solo rió y cogió el rotulador para firmarle la frente.
-Está peor que tú-Dijo RapMonster intentando no reírse.
-Se nota que sois ARMYs-Dijo Jin señalando nuestras sudaderas con el logo de ellos y por atrás el número y el nombre de nuestros bias-Sigo siendo poco popular-Dijo deprimido.
-¡No! ¡Eres tan lindo! Pero, es verdad que JungKook Ah me hizo sentir diferente al afecto que siento por todo BTS-Dije tímida poniendo mi puño cerrado delante de mi boca.
-JungKook Ah, aquí tienes a alguien que te quiere-Dijo Rap Monster con una mirada y sonrisa pícara.
-A Mel, le ha admirado y querido cuando tenía 14 años, en verano, me acuerdo porque se estaba volviendo loca-Dijo Sheila entre carcajadas.
-Vaya, te quiere desde los 14 años-Dijo Jin moviendo las cejas de arriba hacia abajo, como si fuera un ascensor veloz.
-¡Sheila!-Grité ruborizada. Tenía la boca muy grande, santo cielo, ¿cómo podía decir eso?
-Bu-Bueno, encantado-Dijo JungKook con timidez entendiendo la mano.
Yo también extendí mi mano a JungKook y entonces la estrechamos. Vi como nuestras manos se estrechaban, como la diferencia de las manos era enorme, tenía unas manos tan grandes y las mías pequeñitas, además sentí como mi corazón se iba a salir de mi pecho. Su mano era tan cálida y acogedora.
-Mel, ya, que a mi cuñado le va a dar algo-Dijo Sheila despertándome del trance.
-¿Cuñado?-Preguntó JungKook nervioso, no paraba de mover sus manos.
-Si-Dijo con una sonrisa-No te importará que te llame así, ¿no?-Preguntó ella. JungKook iba a abrir la boca, pero Sheila le interrumpió-Vale, ahora te llamaré cuñado-Dijo ella y yo me reí de como actuaba mi amiga.
-¿Quién es tu hermana?-Preguntó curioso.
Yo la miré con una mirada suplicante, yo sabía que me consideraba una hermana y yo a ella la consideraba igual.
-Ella-Dijo señalándome, le importó un pimiento mi mirada de súplica. Se lo pasó todo por el forro.
-¿Sois hermanas?-Preguntó V con el ceño fruncido.
-La considero como a una-Dijo con una sonrisa sincera.
Wow, la dulzura de Sheila le llegó a V. Se veía porque se quedó embobado mirándola. Cuando ella actuaba así sin pensar, se veía preciosa. Cualquier tío se perdería en su sonrisa deslumbrante y su morada cuando estaba concentrada.
Pero, relax, gente. Sheila siempre quizo a V, aunque no lo conociera.
Llegó el manager Haru-Chan y nos miró con seriedad. Le sonreí y él desvió la mirada a los cuatro integrantes de BTS.
Santo cielo, no había visto a alguien tan antipático en mi vida.
-Estas chicas bailan mal-Dijo seco y serio.
Vaya... que bonitas palabras. Nunca en mi vida había estado tan avergonzada.
-¿Podéis enseñarles a estas chicas sin caso?-Preguntó indignado.
¡Indignada estaba yo!
¡Los cuatro estaban aguantando la risa!
Tres palabras bonitas para el manager: Hijo de... fruta.
Cerré mis ojos fuertemente para esperar a que la tierra me tragara.
Cuando el manager estuviera dormido lo iba a ahorcar con mis propias manos.
-Está bien-Dijo RapMonster-Pero, yo no puedo porque no sé-Dijo serio.
Yo me aguanté la risa. Respetaba mucho a RapMon.
-Venga, chicos, enseñen lo que saben hacer-Dijo RapMonster.
-Tampoco sé bailar mucho, asique Jungkook, V, fighting-Dijo mostrando su puño cerrado en forma de ánimos.
Rap Monster y Jin se fueron por la puerta, al igual que ese estúpido manager.
Ahora, estábamos los cuatro solos... Para mi estar en la misma habitación con JungKook era para volverme loca.
Sheila se mostraba igual, pero ella sabía llevar una conversación llevadera con cualquiera.
Mi corazón iba a explotar como una bomba de reloj. Unos minutos más allí y ¡pum!
Estaba quieta en medio de esa sala. Con la cabeza dándome vueltas y el corazón a mil.
Salí de mis pensamientos cuando sentí que alguien me tocaba el hombro... Era él, Jungkook.