Recuerdo la primera vez que te vi.
Tu manera de vestir, tu mirada, tu manera tan confiada al caminar, como si el mundo fuera tuyo.
Tenías jeans azules.
Tenía unos jeans negros.
Tenías unas botas cafés.
Tenía unos tenis negros
Tenías una camisa azul.
Tenía una sudadera verde.
Tenías una sonrisa hermosa.
Tenía unos frenillos horribles.
Tenías unos rizos hermosos.
Tenía mi cabello entre rojo, café y negro.
Éramos muy diferentes.
Tanto que asustaba.
A veces me pregunto cómo pudiste terminar con alguien como yo.