Te fuiste.
No sabía a dónde.
Y me dolió, me dolió tanto que no sabía que hacer con tanto dolor.
Aveces te veía.
Pero pienso que era parte de mi imaginación.
Te veía en la calle, cada que iba a la escuela, de regreso a mi casa, cuando iba a casa de mis primos, cuando salía a caminar, cuando iba a leer a la plaza.
Pero siempre que estaba segura que eras tú.
Era mentira, y solo era mi imaginación que me daba malas jugadas.
Te habías ido y no quería aceptarlo.