Infantil

Prólogo.

- Justin... ¡Justin! apúrate quiero presentarte a mi hermano- me llamó Alison con una sonrisa en su angelical rostro.

- Ya voy- contesté un poco irritado mientras cerraba el auto.

En resumen estaba en la casa de mi novia, llevábamos saliendo 3 meses y hoy iba a conocer a su hermano menor porque el se encontraba en alguna parte del mundo, no sé.

Entramos por la puerta y lo primero que vi fue a un niño... adolescente, era dificil decirlo por la ropa que llevaba y por los peluches a su alrededor.

- ¡Derek! - llamo Alison feliz, el chico levantó su cabeza y corrió a abrazar a su hermana.

- ¡AAAAALISOOON!- grito el pequeño feliz mientras saltaba para tratar de alcanzar la estatura de su hermana.

- Derek, este de acá es mi novio, se llama Justin, se va a quedar con nosotros hasta que nuestros padres lleguen de su viaje.

- Un gusto Derek- estiré mi mano para que él la tomara, el solo la miro y se rió antes de abalanzarse sobre mi. Su cabello quedó a la altura de mi nariz, olía algo así como fresas. Se separó de mi y me miró con unos grandes ojos color miel, su mirada era tierna. Me separé de él un poco incómodo.

- ¿Cuándo llegarán mamá y papá?

- En un mes - el chico puso cara de tristeza y se lanzó a llorar.

- Pero Justin se quedará con nosotros, podemos ser mamá y papá hasta que ellos lleguen- dijo ella mientras le acariciaba el cabello- ¿Te gustaría? - el chico asintió feliz nuevamente y se fue a sentar con sus muchos peluches del suelo.

- Amor, necesito ir al baño, ¿puedes quedarte con Der?

- Si, anda tranquila- le dije mientras caminaba a la sala de estar. Esta casa era horriblemente grande, pero por alguna extraña razón la sala era pequeña pero acogedora.

- Hey- saludé a Derek. Este solo me miró, con una mirada dulce.

- ¿Quieres jugar con mi pandicornio?- me pasó un panda con un cuerno de unicornio pegado. Lo acepté.

-¿Cuantos años tienes?- pregunté. Él parecía de 12 o 13 como mucho.

- Tengo 16 Justin, no diez u once- me sonrió como si pudiera leer mis pensamientos. Se levantó y se sentó a mi lado mientras bajaba su cabeza a mi regazo. Me tensé y el pareció notarlo, porque soltó una pequeña risita, me relajé y dejé descansar mi mano en su cabeza. Luego comencé a mover los dedos sintiendo el sedoso cabello de Derek. ¿El mío será igual?

Pasó tanto tiempo que comencé a sentirme cada ves más adormecido.

- Justin- Alison susurró en mi oído haciendo que saltara- vamos a dormir. Ayúdame a llevar a Der a su habitación.

Asentí con la cabeza y le pasé las manos por debajo de las piernas y de la espalda, se movió ligeramente enredando sus mano en mi cuello y apoyando su cabeza en mi pecho. Ese gesto me apareció tierno y me hizo acordar a mi hermano pequeño, Jaxon.

Le pregunté a Alison donde estaba su habitación y me guió hasta ella. Dejé a Derek en la cama mientras Alison salía a hacer Dios sabe que. Me daba vuelta para salir, pero antes me quedé mirando la amplia habitación pintada de azul claro como el cielo con nubes pintadas en él, al mirar al suelo me di cuenta de que era exactamente como las paredes, dando una sensación de estar a punto de caer al vacío, en algunas partes habían peluches tirado, la mayoría debía de estar en la sala. Sentí como Derek se removía en su cama y me volteé solo para encontrarme con los grandes ojos de Derek observarme. Tenía la cara tapada, dejando al descubierto solo sus ojos, su cabeza también estaba tapada con las mantas.

- ¿Qué haces?- sentí que mi voz sonó más fuerte de lo que pretendía.

- ¿Quieres acostarte un ratito conmigo?- lo preguntó con una voz tan dulce que simplemente no me pude resistir. Este chico me hace sentir extraño. Me senté sobre la cama al lado de él. Sacó su mano de la manta y la entrelazó con la mía tirando un poco de mí. Me saqué los zapato para poder entrar en la cama, cuando por fin quedé completamente cubierto por la manta Derek se apoyó en mi y así nos quedamos completamente dormidos.

N/A:

¡Hola!

Solo quería decirles que estoy muy feliz de escribir.

Espero que disfruten de mi historia. Trataré de actualizar lo antes posible.

Sin más que decir me despido