Capítulo 8.

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- De...

- No hables Justin, estoy despierto, completamente despierto- miércoles... Derek se despertó de mala gana, y salió de la habitación, cuando entró estaba vestido como un tierno conejito. Me levanté de un salto y me acerqué.

- Te ves tan tierno... pero Derek ¿por qué no usas ropa normal?- Derek frunció el ceño como si no entendiera pero luego su mirada cambió.

- ¿Para qué vestirme igual a todos? Además ¿no te parece original?

- Es original pero... ¿sabes?- lo besé fugazmente- no importa. Me iré a bañar y a vestir, esperame abajo- luego de 15 minutos ya estaba abajo. Derek me esperaba con el desayuno listo.

*****

Mientras manejaba de camino a la escuela se me ocurrió que podría llevarlo a un parque de diversiones.

- Der ¿quieres ir a un parque de diversiones después de clases?- su mirada brilló y asintió rápidamente.

- ¡Si!- levantó los brazos y luego los bajó- oye Justin... ¿podemos almorzar juntos hoy? Aria no irá hoy y no quiero almorzar solito- hizo un pequeño puchero, pero solo lo pude ver de reojo. Estacioné el auto y lo miré.

- ¿Está bien si un profesor almuerza con un alumno?

- Está bien si tu almuerzas conmigo- antes de darme cuenta Derek me estaba besando y soltando. Se bajó del auto y yo lo seguí por detrás. Antes de entrar se dio la vuelta.

- Iré a tu clase para ir a buscarte- luego de eso desapareció de mi vista.

*****

Quedaba poco para salir a almorzar. Estaba dándole clases a un curso de último año. Todos me seguían con la mirada, era un poco incómodo, no estaba acostumbrado a ser el centro de atención (bueno si... pero no de un público tan joven). Esperaba ansioso el final de la clase para ver a Derek, ya lo extrañaba.

- ¿Ya saben que libro deben leer?

- Si- dijo la mayoría al unísono.

- Bueno... tiene estos 10 minutos libres. Pueden salir si desean.

La mayoría de los alumnos se levantaron (todos en realidad), algunos se despedían, otros se iban conversando entre sí. Yo tenía la vista pegada en la pantalla del computador escribiendo algunas páginas del libro que debía hacer. Así fue hasta que la puerta se cerró de golpe sobresaltandome. Dirigí la mirada a la puerta y allí se encontraba parado un alumno de brazos cruzados.

- ¿Desea algo?

- Bueno... no es muy común tener un profesor de literatura que escriba literatura erótica.

- Ah...- estaba nervioso. Me levanté de la silla y me senté en el borde de la mesa cruzandome de brazos- Te agradecería que no le comentaras con nadie...

- Si, yo podría hacer eso, pero mi silencio tiene un precio- se empezó a acercar. Cuando ya estaba peligrosamente cerca se detuvo. El timbre que indicaba el fin de las clases sonó.

- Un precio.

- Si, su pongo que no te gustaría ser apuntado como pervertido.

- No soy un pervertido. Y tú no deberías leer ese tipo de libros.

- Bueno, pero no estamos aquí para discutir que tipo de cosas leo- pescó el borde de mi camisa y se acercó un poco más a mi.

- ¡Justin!- el alumno (ni siquiera sé como se llama) se separó de mi y miró a Derek.

- Que quieres fenómeno.

- ¡Justin!- volvió a gritar pero esta vez con la voz un poco quebrada y los ojos lagrimeando.

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