∆Capítulo 16∆

494 36 0
                                    

Rachel POV

Hoy por fin era sábado, ¿que significa? Que el hombre al que tengo que llamar padre llega. Nos reuniremos en un café. Mamá ni de loca lo quiere en casa y se alojará en un hotel algunos días. Por lo menos hasta que pase lo de la conferencia. Es estúpido que mamá nos quiera tener ahí para una conferencia en la que no tenemos nada que ver. Pero, bueno, si ella así lo decide, así debe de ser.

—Rachel, ¿estás lista? Tu padre nos espera—. Pregunta mi madre entrando a mi cuarto.

—Si, sólo me estaba retocando el maquillaje, pero estoy lista—. Le digo y le sonrío. Ella me devuelve una sonrisa cargada de frialdad y sale de mi cuarto con un "te espero abajo".

Ese es su carácter desde su divorcio con mi padre. Frío. Se volvió seria y muy gélida. No permite que nadie rompa su coraza protectora. Pero no la culpo. También haría eso si me hubieran traicionado como mi padre lo hizo con mi madre. Fue difícil esquivar los medios de comunicación para que no se diera a conocer su divorcio, pero lo lograron. Contrataron jueces de confianza, abogados de confianza y mantuvieron la cosa muy discreta. Todo esto bajo mi total ignorancia, ya que yo tenía unos seis años cuándo eso sucedió.

Bajo las escaleras, encontrándome a mi madre dando vueltas por toda la casa y buscando bajo los muebles, etcétera.

—Mamá, ¿que buscas?— le pregunto.

—Mi celular. No se dónde lo dejé. Juraría que lo puse sobre la mesada pero no está ahí—. Responde exasperada y se lleva la mano derecha, en dónde tiene el respectivo celular, hacia su frente, posando el dorso de su mano en ella.

—Mamá... Lo tienes en tu mano —. Le indico, señalando su mano.

Ella me mira extrañada y pone su mano frente a ella, descubriendo su celular.

Se nota nerviosa. Parece cómo si no estuviera muy convencida de tener a mi padre merodeando a sus alrededores. O, quizás le aterre el hecho de conocer a su nueva esposa. Oh si, mi padre ya tiene otra esposa y hasta tiene hijos. Aunque uno de ellos es su hijastro. Tiene tres. Dos chicos y una chica. La chica es la de en medio, tiene catorce años, el mayor tiene dieciséis y el menor tiene doce. Todos se llevan dos años. Lo sé porque mi padre me lo contó en una visita que le hice y ahí los conocí.

Luego de unos minutos, salimos de casa y en coche nos dirigimos a la cafetería Sweet Coffee. Una cafetería no muy famosa, pero con un gran café. Y a parte está algo retirado, así que es perfecto para reunirse sin levantar sospechas de su separación.

Al llegar, entramos al local. Ahí ya estaba sentado mi padre. Estaba solo, nadie estaba con él. Supongo que su familia lo espera en el hotel en el que se hospedarán.

En cuánto nos sentamos, la campanilla de la puerta suena de nuevo. Es Rubén. Camina hacia nosotros y se sienta al lado de mi madre. Estamos los tres: mi madre, mi hermano y yo, sentados frente a mi padre.

—Asco verte—. Murmura Ruben con rabia.

No le agrada la idea de tener que ver a mi padre a la cara.

—Hijo...— intenta hablar mi padre, pero Rubén lo detiene.

—No te atrevas a llamarme hijo— sisea.

—Rubén... No te comportes así, soy tu padre y...— de nuevo interrumpido.

—No eres mi padre, por lo tanto, no te debo respeto alguno.

—Nestor, Rubén, basta. No estoy de humor para aguantar sus estúpidas peleas. Ahora se comportarán como los adultos que se supone que son... El martes es la conferencia, sean puntuales por favor, no quiero pasar, ¿entendido?— pregunta.

Ambos hombres guardan silencio y asienten a los regalos de mi madre. Ay mi mamá y su capacidad de callar a las personas. Es muy autoritaria.

—Muy bien, ahora, Rachel y yo nos retiramos... Tengo muchas cosas importantes que hacer y...— continúa mi mamá, poniéndose de pie, al igual que yo, pero mi papá la interrumpe.

—¿Y por qué no se va con nosotros? Se quedará sola y eso me preocupa... En cambio allá está Rosa Linda con los chicos...— comienza, pero ahora es el turno de mamá de interrumpirlo.

—No. No quiero que mi hija tenga algo que ver con tu otra familia— sentencia, poniendo una mano en mi hombro.

—Puede irse conmigo— dice Ruben, de forma despreocupada.

—Tampoco— sentencia mi madre—. El chiquero que llamas departamento no es lugar para una dama— dice.

Ruben deja su postura despreocupada para tomar una tensa y molesta.

—Es más hogar que en el que viven— gruñe.

—¡Ya basta!— grito, cansada de que me traten como una marioneta a la que puedan controlar a su antojo— Lo crean o no, soy capaz de tomar decisiones por mi misma, así que si no les molesta. Me voy— digo.

Sacudo mi hombro para que la mano de mi madre salga de él, aferro mi bolso y salgo como una dice. Claro, que mi salida no podía ser perfecta, ya que la puerta siendo de cristal no se distingue, lo que causa que me golpee en toda la cara.

—¡Mi nariz!— me quejo, sobando el puente de mi nariz.

Con la dignidad que me queda, empujo la puerta y salgo.

Que escena la que se ha formado. Lo bueno, es que aquí, al ser un lugar retirado de la ciudad, no nos conocen demasiado. Apenas y saben nuestros nombres. Así que no hay problema.

Saco mi celular y llamo a Thomas. Lo llamo y le pido que venga por mi. Minutos después, llega. Subo al auto y suspiro, tapando mi rostro. Es un gesto común mío cuándo estoy frustrada.

—¿Quieres hablar?— asiento sin decir nada, con las manos aun en la cara— ¿Lago?— vuelvo a asentir.

El auto se pone en marcha y yo solo guardo silencio.

Esto salió peor de lo que creí.

{♠}{♠}{♠}

Hola hola...
¿Cómo están pequeñas? Espero que súper bien.

Bueno, aquí el cap de hoy. Espero lo hayan disfrutado.

Mas adelante les tengo un aviso... Pero eso hasta después, aún no... Bueno, bye...

Lectora4ever13<3

3 Intentos de BarbiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora