Peyton POV
Lunes.
Hoy de nuevo es lunes y ando de mal humor. Odio los lunes, ¡los odio! Es lo peor de lo peor, no entiendo por qué existen los lunes ¡maldigo al que inventó los lunes! Resoplando me levanto de la cama, me miro al espejo y...¡Ah! ¡¿Pero quién es esa bruja?!
<Eres tú, idiota>
No, no puedo ser yo... Esto es una pesadilla, debo pellizcarme el brazo para que acabe. Así que lo hago, pellizco mi brazo lo más fuerte que puedo.
—¡Auchi! Eso dolió— le digo a la nada, sobando mi bracito lastimado.
Miro el espejo frunciendo el ceño. Esa no puedo ser yo, ¡pero que estoy horrible! Eso es la maldición más grande de este mundo. Mi cabello está enmarañado, esponjado. Parece un enorme nido de pájaros, tengo baba seca en mi mejilla y lagañas en mis ojos. ¡Parezco un monstruo!
<Ya lo eras por dentro>
No me interesa. Yo era linda.
Corro al baño. Al entrar, me espanto al ver mi reflejo. Dios, si que estoy horrible. Agarro todos los productos para el cabello y los llevo a mi cuarto. Los dejo sobre el peinados y apollo mis manos en él, mirando fijamente mi reflejo.
—Hora de pelear— le digo a mi enorme maraña.
Agarro un bote de espuma para el cabello y la embarro en el pelo. Luego de que está algo manejable lo cepillo. Ahora ya no está enmarañado pero sí esponjado, así que agarro otra crema la cual hará que tenga ondas duraderas, es decir mis ondas son naturales, obviamente, sólo me pongo esa crema para que sean duraderas y no se esponjen. Termino con mi cabello y sigo con mi cara. Limpio toda mi cara con las toallitas antibacteriales. La limpio hasta que no quedan rastros de baba seca ni lagañas en mi rostro.
Sonrío feliz, ahora si parezco yo.Me cambio de ropa. Hoy no tengo ganas de bañarme, a parte, me bañé ayer en la noche. Me pongo unos leggins color mezclilla, un blusón rosa y unos tacones blancos. Me pongo una desdeña blanca y accesorios cafés claro. Me maquillo con un labial rosa, sombra rosa, rubor y rímel, me hecho perfume, desodorante y arreglo mi bolso, ahora sí, feliz de la vida salgo de mi casa.
Entro al auto y me pongo en marcha. Enciendo la radio. Está pasando una canción que no conozco pero no importa, suena bien. Tamborileo en el volante mientras conduzco.
Al llegar, aparco en el estacionamiento. Bajo y enciendo la alarma.
Camino hasta la entrada. Voy a entrar al baño a retocar mi maquillaje pero escucho unas voces.
—¿Entonces se quiere vengar?— pregunta una voz que no conozco.
—Si. Ten cuidado Aranza, Peyton es capaz de cualquier cosa por proteger su territorio— dice la otra chica. Parece la voz de Rachel pero no estoy segura.
Parezco una loca pegada a la puerta del baño, así que con cuidado abro la puerta. El baño está dividido en dos por una pared. En las dos partes del baño hay cubículos, espejos y lavabos, ya que es un internado grande. Ellas están del lado izquierdo así que paso al derecho y definitivamente, son Rachel y Aranza, ¿qué hace Rachel hablando con la fenómeno?
—Tranquila, Rachel. No me pasará nada. Esa tonta intento de Barbie no es nada.
Ese comentario me hace hervir en sangre. ¿Cómo se atreve a insultarme la muy hija de su mami?
—Por favor, cuídate. Sé la fama que tenías en tu otro instituto pero aquí las cosas son diferentes.
—Ya te dije que no me pasará nada. Y no hables de mi pasado, sabes que no estoy orgullosa de eso.
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3 Intentos de Barbies
Ficção AdolescenteTodos estamos acostumbrados a leer desde el punto de vista de la chica buena de la historia. ¿Qué pasaría si lo vemos desde un punto diferente? ¿Desde el punto de vista de aquellas que son consideradas zorras y que todos odian? Peyton Lee, Nicole Ba...