Prólogo

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~ Kevin~

- Kev, tienes que ir a hacer la prueba de sonido en la cabina de grabación - me dijo Esther.

Diablos.

- Est, necesito afinar el cello - le dije, con cara de perrito.

Ella negó.

- Tendrás tiempo para eso después - dijo, y siguió su camino por el estudio.

Resoplé, y justo cuando iba a guardar el cello...

- Oye... si quieres puedo ayudarte con eso- me dijo una voz.

Alcé mi vista, y vi a una chica mirándome con timidez. En su carnet decía "Asistente".

~ Avi~

Tomé un sorbo de mi café mientras caminaba a paso rápido en dirección al estudio, Esther ya había llegado hace un buen rato y me estaba llamando al celular para saber la razón de mi atraso. No respondí porque sabía que para ella un café no era excusa para llegar tarde.

Cuando llegué al estudio, una chica con aire de perdida deambulaba por afuera del edificio, pasé por su lado con la intención de entrar pero puso una mano en mi hombro, deteniéndome.

- ¿Avriel Kaplan? Gracias al cielo, me contrataron como fotógrafa de Pentatonix, pero me perdí y no sé dónde está el estudio, ¿me ayudas por favor?

- Claro, es este edificio -señalé el estudio. La chica se sonrojó, avergonzada.

- Vaya, estaba al frente mío, gracias.

- No hay de qué, ¿vamos?

- Vamos.

Y, juntos, entramos... para encontrarnos con el ceño fruncido de Esther.

~ Scott~

- Deberíamos tener una cola exclusiva para celebridades - resopló.

- Tranquila, queen Grassi - me miró y se rió conmigo.

Habían apenas unas tres personas delante de nosotros en Starbucks. Pero, ya que ninguno de nosotros funcionaba bien sin un café, era necesario aguantar.

- Diablos.

- ¿Qué ocurre?

- Esther me está llamando ya... - contestó el teléfono - Estamos en Starbucks, cariño... Es que hay cola - se quejó.

Sonreí y comencé a tararear New Year's Day para calentar la garganta.

- ¡¿Qué?! Ya va, ya va. Más despacio - gritó alguien detrás de mí.

Sentí que no era la primera vez que escuchaba esa voz...

Volteé, no había nadie, pero la voz seguía ahí. Bajé la cabeza... mucho. Y me encontré con una pequeña persona. Era morena y usaba lentes. No pasaría del metro cincuenta. Sostenía una libreta en la que apuntaba algunos datos mientras presionaba el teléfono contra su rostro... Ese rostro tan familiar.

¿Pero dónde la había vist...?

Abrí los ojos, sorprendido, y le di un codazo a Mitch.

- ¿Qué te pasa?

- M-M-Mitch - tartamudeé - ¿Te acuerdas de unas chicas que nos encontramos en un restaurante hace tiempo?

- Son cosas que no se olvidan, Scott - rió - Algo sobre la reina del smut que estaba de cumpleaños.

- Pues "la reina" está detrás de mí - señalé nervioso. Mitch volteó lentamente su rostro y la vio.

- Es cierto, es ella...

Are the Scömìchers crazy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora