Semana 12

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~ Kirstie ~

- ¿Ya es tiempo? -preguntó Kevin, mirándome sorprendido.

- Sí -sonreí-. Hoy tendré mi primera ecografía.

- Vaya, que rápido se pasa el tiempo, ¿estás nerviosa?

- Sinceramente, creo que Sarai está más nerviosa que yo.

- ¿Yo? ¿Nerviosa? ¿De qué tonterías hablas, Kirst? -la morena frunció el ceño, indignada.

- Sarai, tus manos están temblando -le hice notar. La chica miró su taza de café y constató que, en efecto, la pobre parecía bailar entre sus dedos producto de los movimientos involuntarios que hacían. Resopló y dejó el objeto en la mesa.

- Okay, solo un poco nerviosa.

- Ya... -respondí mientras acariciaba la suave protuberancia que era mi vientre, deseando que mi bebé estuviera bien.

- ¿Por qué la... ansiedad, Sarai? -dijo Kev, eligiendo con cuidado sus palabras.

- Soy la médico responsable, debo ir y tomar notas de los cuidados necesarios para Kirstie y para el bebé. Además, un doctor certificado va a ver todo lo que he hecho en el proceso, servirá para ver si estoy haciendo un buen trabajo.

- Ya verás que así es, tranquila -Kevin le dio ánimos, la chica sonrió y volvió a tomar su taza. Era temprano por la mañana, y estábamos tomando desayuno mientras los demás dormilones seguían en su mundo de sueños.

Miré la hora, era temprano, estábamos más que bien para ir al doctor, volver y disfrutar del día un rato más antes de prepararse para el concierto de esa noche.

- ¿Vamos, Kirstie? -preguntó Sarai mientras se levantaba de la mesa.

- Claro -la imité mientras Alme entraba junto con Vale para empezar a desayunar.

- Buenos días, espero que queden cereales -saludó la primera mientras buscaba la comida en unos estantes. No pude evitar notar que había cambiado su peinado: ya no dejaba ver el lado rapado de su cabello, parecía una chica normal.

- ¿Y tu pelo, Alme?

- No me gusta como se ve y además hace frío -suspiró-. Voy a empezar a usar un beanie como el de Avi.

- No me cree cuando me digo que se ve linda tal como está -resopló Vale, Alme la ignoró, pero pude ver que se ruborizaba. Sonreí.

- Bien, nos vemos más tarde, chicas.

- Claro, suerte en la ecografía.

- Gracias -me detuve antes de salir detrás de Sarai-. Espera, debo ir a buscar a alguien.

Me devolví sin esperar su respuesta y entré en el dormitorio donde descansaban el resto de los chicos. Me acerqué al más próximo y lo remecí levemente.

- Pst, Avi...

- ¿Ah? -abrió los ojos y me miró, sorprendido.

- ¿Quieres acompañarme a mi primera ecografía?

- ¿Qué?

- Vamos, necesito a un amigo -rogué. Me miró por unos segundos antes de asentir- ¡Eres el mejor!

- Dame solo unos segundos.

Are the Scömìchers crazy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora