Semana 1

238 28 43
                                    

~ Scott~

Desperté con Mitch abrazado a mi torso desnudo.

Una sonrisa bailaba en sus labios, al parecer tenía sueños dulces... me pregunté si aparecería yo en ellos.

Con cuidado, besé la piel de su brazo y me moví lentamente para quedar frente a él sin despertarlo. Admiré su rostro, en paz, relajado. Realmente era adorable.

No pude contenerme y besé sus labios al mismo tiempo que acariciaba su espalda. Mitch se removió y supe que había despertado, me alejé un poco de él para mirar su adormilado rostro.

- Buenos días, precioso -susurré sonriendo.

- Buenos días -respondió, acariciando mi mejilla.

- ¿Cómo dormiste?

Mitch se mordió levemente el labio, haciendo que mis ojos se dirigieran automáticamente hacia su gesto.

- De maravilla -se incorporó y se puso sobre mí, quedando a horcajadas-. La verdad... anoche fue espectacular.

- S- sí, lo fue -tragué saliva, nervioso, a pesar de todo el tiempo que llevamos juntos, no puedo acostumbrarme, su cuerpo siempre tiene ese efecto hechizante en mí.

- Realmente necesitaba un poco de ti, mi amor -susurró seductoramente mientras su mano trazaba un camino desde mi pecho hasta mi entrepierna-. Aunque, ¿sabes?, tal vez... solo tal vez... necesite un poco más.

Empezó a acariciarme, haciéndome gemir.

- Oh, demonios, Mitch...

- ¿Y, Daddy? ¿Qué dices?

Uní mis labios con los suyos en un beso apremiante, rindiéndome ante sus caricias y requerimientos, recorriendo su cuerpo con mi boca, haciendo que más y más gemidos salieran de sus labios.

- Oh, sí, sigue así, Daddy, sigue así -jadeaba mientras lo embestía, arañando mi espalda con las uñas de sus manos.

Y yo seguía, había sido mucho el tiempo de abstinencia, y ahora que Mitch estaba dispuesto a hacerlo dos veces seguidas, por nada del mundo iba a dejar escapar esta oportunidad.

La maravilla de su cuerpo, lo hermoso de sus gemidos, lo perfecto de sus sentimientos... todo eso era mío, todo eso me lo entregaba y yo lo disfrutaba, tal como a él le gustaba.

Una vez que terminamos, me desplomé a su lado, tratando de recuperar el aliento. Nuestros cuerpos estaban empapados en sudor, resultado de nuestro reciente acto, suspiré y aparté unos mechones del rostro de Mitch, que sonreía, pleno de felicidad.

- Es el mejor despertar que he tenido -sus ojos se dirigieron a mi rostro, alegres.

- Concuerdo contigo, pero, ¿sabes algo? Creo que podemos hacerlo aún mejor.

Me incorporé, sorprendido al ver su gesto seductor.

- ¿De nuevo?

- ¿Por qué no? -volvió a morder su labio mientras de acercaba a mí para besarme-. Aún tenemos tiempo antes de ir al estudio y ¿no quieres volver a ver a tu pequeño Mitchie gritando por ti, Daddy?

Lo besé con un leve gemido, si fuera por mí, no saldría nunca de esta habitación.

.

.

.

~Alme~

Llegué al estudio con mi café matutino y escuchando "Happy Little Pill" de Troye Sivan con mis audífonos. Tarareé mientras cruzaba las puertas y me dirigía a la salita en la cual Vale y yo podíamos dejar nuestras cosas

Are the Scömìchers crazy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora