Día 3 [parte 2]

209 27 18
                                    

~ Scott ~ 

Mitch volteó a verme, completamente nervioso. Maldita sea, ¿otra más? ¿Será que también sabe sobre el video?

Esto no podía ser peor...

Valentina se puso delante de todos nosotros y dejó algunas cosas en el suelo. Sonrió y puso sus manos en su cadera.

- Bien, chicos. Mucho gusto en conocerlos a todos - sonrió - Hoy nos relajaremos un poquito. Ubíquense como quieran - sonrió la castaña.

Volteé hacia Mitch. Se veía realmente tenso, era de esperar ya que a él es quien más le afecta el tema. Se suponía que esto nos relajaría, pero ¿era necesario que nuestra instructora fuera amiga de ellas?

- Relájate, bonito - le susurré.

Y vaya que tenía las mejores vistas. No es común ver a Mitch con unos pantalones tan ajustados como unos de yoga.

Reí para mis adentros y mordí ligeramente mi labio. Mi pequeño volteó y sonrió incómodo.

- ¡Comencemos!

Valentina dio un aplauso y empezó con los estiramientos. Empezamos a imitar sus movimientos, que por el momento eran bastante sencillos.

Respiré hondo y me estiré. Solo quería quitarme ese estrés de encima.

- Ahora intentemos tocar nuestros pies con los dedos de la mano.

Todos nos agachamos. Levanté la mirada y mis ojos se desviaron hacia el trasero de Mitch, el cual se removió, incómodo, como si pudiera sentir que lo estaba observando. Sonreí y aparté la mirada para fijarla en el suelo, Mitch necesitaba relajarse y no lo estaba ayudando.

Luego de unos minutos llenos de ejercicios, pude notar que mi novio sonreía y que todos sus rasgos se habían librado de esa tensión que los acompañaba desde hace tanto. Lo miré a los ojos y sonreí provocadoramente, ante lo cual Mitch se sonrojó pero no recriminó, haciéndome notar que no le molestaba.

- Bien, ahora vamos a realizar ejercicios en parejas -indicó Valentina, inmediatamente me acerqué a Mitch, por el rabillo del ojo vi que Avi estaba con Kirstie y que Kevin se había quedado con nuestra instructora de yoga, también pude ver que Vale, nuestra asistente, se acercaba a Alme, pero que la chica la esquivaba, incómoda, y formaba pareja con Rommy, la cual negó con la cabeza, divertida. Vale suspiró y se quedó con Sarai.

- Uno de los dos debe masajear suavemente la espalda del compañero.

Puse mis manos en la espalda de Mitch y empecé a masajear. Me encantaba poder sentir su cuerpo debajo de esa ropa, como se tensaba, podía imaginármelo desnudo sin ningún problema. Mordí mi labio inferior mientras el masaje se tornaba lentamente en caricias, las cuales poco a poco subían más de nivel.

- Scott... -susurró Mitch en todo de advertencia: estábamos en una sala rodeados de gente y en presencia de las chicas menos indicadas, y lo sabía perfectamente... pero no podía detenerme.

- ¿Sabes? -murmuré en su oído, logrando que se estremeciera-. Hace bastante tiempo que no estamos solos... en la cama...

- Lo sé -su voz estaba débil, el deseo lo estaba empezando a carcomer.

- Y me preguntaba... si te parece un buen plan para cuando estemos tú y yo, solos... -su respiración se agitaba, sonreí y mordí el lóbulo de su oreja, Mitch logró contener un leve gemido- ¿Qué dices?

- Scott... -susurró, luego sentí su mano apretando una de mis nalgas y jadeé calladamente-. Me encantaría.

Nos separamos rápidamente al ver que todos los demás lo hacían, suspiré satisfactoriamente al ver que ninguno de los dos presentaba señales de lo ocurrido y volví a focalizarme en la clase, aún con la sensación del cuerpo de Mitch, tenso por el deseo, en la yema de mis dedos.

Are the Scömìchers crazy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora