Semana 26.

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~ Scott ~

Hazlo por las Scömìchers

- Pick me up, pick me up...

 Me giré a verlo, y sonreí. Acabamos de regresar de Tokio, y estamos trabajando en el nuevo disco navideño. Fue un par de días muy geniales, siempre me ha gustado Japón. Pero creo que lo que más me gusta es ver a Mitch cantando en japones. Se giró a verme, al notar mi mirada, y me alzó una ceja, divertido.

-¿Qué? - preguntó.

- Nada, es solo que me gusta verte cantar - dije, guiñándole un ojo.

-¡Uyuyuy! - gritó Sarai, sonriendo, desde el otro lado de la sala.

Me reí, antes de dejarme caer en el sofá, suspirando, esperando cada quien su turno para entrar a la cabina y grabar sus partes.

Eventualmente, Mitch tuve que ir a grabar, por lo que el siento junto a mí quedó vacío. Enfoqué mi vista al otro lado de la sala, y ahí estaban sus ojos, oscuros, alzándome una ceja. Sonreí suavemente, y le hice un gesto de que se acercara, a lo que ella obedeció de inmediato.

-¿Es lo que creo que pienso? - me preguntó en voz baja, cuando llegó a mi lado.

- Creo que sí - contesté, sonriendo. Ella se giró hacia mí, sorprendida, y con sus ojos a punto de salirse de sus órbitas.

-¿Lo estás pensando? - preguntó, exaltada.

Me reí, y le asentí con la cabeza. Rommy chilló bajito, tapando su cara con sus manos, en un intento imposible de ocultarla enorme sonrisa que se le había formado. Sinceramente, no sé cómo irán a reaccionar las demás.

- Oh por Dios - susurró, pausadamente, tratando de no atorarse con su propia emoción.

- Tranquila, no te puedes morir todavía, tú estás invitada, muérete ahí si quieres - reí.

- Ok ok, lo siento   - rió ella.

- Te lo digo porque en este tema, pareces tener un poco más de nervios que las demás - bufó -. Y además, voy a necesitar la ayuda de ustedes.

-¿En qué? - preguntó, confundida.

Me reí, se veía adorable.

- Para eso tengo que hablar con todas.

Ella asintió, mientras yo le hablaba de mi plan de forma general, hasta que llegamos a esa pequeña salita, llena de equipos, donde una bajita morena leía por lo que he visto, enésima vez el libro de Orgullo y Prejuicio. Alzó su vista del libro, para mirarnos confundida.

- Hey - la saludé.

- Hola - saludó, mirándonos a Rommy y a mí con confusión.

- Todavía me falta a mí hacerme los exámenes que estabas diciendo,los de rutina - expliqué.

- Ay Dios, es verdad, siéntate - me pidió.

Miré a Romm, que tenía una amplia sonrisa, mientras veía a Sarai. Sin duda, está emocionada.

- Pon el brazo - ordenó la bajita doctora.

Realizó la extracción de sangre deforma rápida, podría decir que casi ni sentí la aguja. Rommy se rió, al ver mi cara de sorpresa que le tomó apenas un minuto y medio para conseguir mi muestra.

- Bien, ya está, gracias por contribuir a la causa - me dijo Sarai, sonriendo, mientras escribía mi nombre en el tubo de ensayo y los dejaba en donde estaban los de los demás.

Miré a Rommy, y esta me asintió, a lo que volví a posar mi mirada en Sarai.

- Otra cosa, doc - dije, y ella se rió-. Voy a necesitarla ayuda de todas ustedes.

Are the Scömìchers crazy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora