CAPITULO 36

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EL PLAN.

Todo fríamente calculado, ya estaba hablado lo que se iba hacer, faltaba lo más importante, borrar el historial de V, cosa que demoro más de lo que me imaginaba.

Relata Victoria Rose Santos...

Miguel Ángel me vino a visitar al manicomio este, es mil veces más grande de los anteriores, mientras estaba encerrada ideaba de todo para escaparme, hasta que se abre la puerta, pensé que me iban a inyectar otra cosa, pero mis ojos no lo podían creer era él.

Salimos al jardín trasero, donde un poco de locas juega con muñecas, otros hablan solos. Nos sentamos en una banca y me conto un plan mucho mejor que el que había ideado yo. Pero había una parte casi imposible, lo beso por todos lados, cosa que hace que le brote una erección.

- Vamos al baño. –me dice Miguel-

- ¿Cómo?

- Solo vamos –me toma del brazo llevándome a un baño-

No hay nadie en el baño, cosa que no me sorprende porque todos estamos encerrados, y nos dan unas horas en el jardín quien quiere pasarse todas las horas en el baño, excepto Miguel y yo.

Se baja los pantalones, se sienta en la tapa del baño, me coloca encima de sus piernas, e introduce su pene, me duele bastante, pero mis ganas son mayores, luego me pone en la parte posterior del inodoro, pasa su lengua por mi vagina, mientras introduce tres dedos al tiempo, haciendo venir encima del inodoro, veo una leve sonrisa, me levanta y lo volvemos hacer, hasta que él se viene dentro mío, me pongo mi ropa de manicomio, y el su ropa de civil.

Salimos, no hay nadie en esa zona, a los segundos suena la alarma lo que quiere decir que tengo que ir a cenar para luego ducharme y dormir.

Me despido de Miguel, ceno, me ducho y a dormir.

Dos meses después.

- ¿Embarazada? No lo puedo creer. –Le digo al doctor del Manicomio-

- Si señorita, y necesito que me diga si no fue con algún residente de aquí o algún guardia, o enfermero no sé. Pero aquí hay la suficiente seguridad como para que no lo haga con alguien de afuera.

- Si claro...

- ¿Se está burlando de mí?

- No solo que si fue alguien de afuera y usted no cree.

- Pero si en el sistema no se registra ninguna visita.

- Pues no sé cómo hizo, pero el entro, fin.

- ¿Quién?

- Mi novio.

- No sé si creerle, o es locura.

- Cuantas veces le he dicho que no estoy loca.

- ¿Y los homicidios?

- Yo solo admití el de mis tíos, porque me violaron. Es mas no se ni porque estoy acá, lo bueno es que hay comida gratis. –me rio-

- Digamos que le creo, que podemos hacer con ese bebé. – alza una ceja-

- No sé pero a mi bebe no me lo tocan, he dicho. –me levanto de la silla y me voy cerrando la puerta detrás mío-

...

Me levanto y voy directo al cuarto piso por una llamada, como no tengo dinero la hago por cobrar, contesta.

- ¿Diga?

- ¿Miguel?

- Si, ¿hablo con?

- Vic...

- ¡Victoria!

- Si, nene solo tengo tres minutos

- Dime nena

- Estoy embarazada.

- ¿Qué?

- Si bebe.

- No lo creo.

- Si bebe

- Cuantos meses tienen, no déjame adivinar.

- ¿Dos?

- Sí.

- Mañana mismo compro todo.

- ¿Qué cosa?

- La ropa de bebe

- Pero ni siquiera sé si es niño o niña.

- Bueno entonces voy para que te hagan la ecografía.

- Ya me la hice.

- ¿Y entonces?

- No se ve todavía.

- Ahh, bueno amor estoy súper emocionado.

- Yo también.

- Te amo.

Fin de la llamada.

Aunque no le pude contestar, él sabe mi respuesta.

...

Siete meses después.

Me llevaron por urgencias, estoy sangrando mucho, Miguel ha dormido toda la semana acá, no conmigo, pero está pendiente de mí <aunque él se pasa en las noches a molestarme un rato y a la barriga también, por cierto es una niña>

"Puje" escucho decir, <PUTA> duele como un demonio, y mi Madre tuvo cuatro e iba por el quinto.

Mis extremidades se expanden, sale una cabeza, el resto del cuerpo casi no lo siento, lloriqueos se escuchan, Miguel toma una foto, espero que no sea de mi vagina, se me desvanece la vista, sudo mucho, me duele todo el cuerpo, me tiemblan las piernas.

- Salomé, Bienvenida. –dice Miguel-

- Es una niña. –dice el doctor.-

No, ¿enserio? Como si ya no lo supiera.

- Hola soy tu papi, como esta lo más hermoso.

- ¿De qué me perdí? –entra como un rayo Diego-

- Del parto. –dicen todos-

- ¿No me dijiste que V, estaba sangrando? –Dice Diego-

- Si pero mi hija salió sana y salva. –dice Miguel-

...

Dos años después...

Llego el día, después de dos años, por fin, me voy, ya siento la libertad en mis poros, mi hija va estar conmigo afuera.

<20

MENTE DE UNA PSICOPATA SEXUALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora