Tren

8 2 0
                                    

El tren de alta velocidad dio una sacudida y Rebecca despertó de repente, su celular cayó al suelo y el mundo cobró sonidos; se había quedado dormida escuchando música. Miró alrededor, todo estaba tranquilo, no era la única pasajera que dormía durante el largo viaje desde la capital a pueblo negro. 

Recogió su teléfono del suelo y volvió a acomodarse en su asiento junto a la ventana, los árboles pasaban como manchas borrosas y las montañas se desplazaban poco a poco.

--¿Una pesadilla? --preguntó alguien al otro lado del pasillo, junto a la otra ventana. Rebecca volteó a ver y observó a un joven un poco mayor que ella, cuerpo marcado, ojos marrones y cabello castaño.

--Sentí que el tren se descarrilaba...

--Según veo, todo sigue en orden por aquí. --sonrió.

--¿Sabes cuánto tiempo falta para llegar?

--Un par de horas, quizá menos. ¿Eres de Pueblo negro?

--No, voy de visita, ¿Y tú?

--Sí, estudio allá...

--¿En la Universidad Verde? --se adelantó emocionada.

--Sí, estaba en el extranjero en una reunión.

--Yo quiero estudiar allá pronto.

--¿A qué te dedicas?

--Aún no he salido del colegio, falta poco tiempo para graduarme. ¿El examen de admisión es muy difícil? Me he estado preparando desde hace meses.

--Depende de la carrera que escojas, puedo decirte que el de medicina es un poco complicado.

--Me presentaré a música.

--Bueno, no sé nada al respecto, pero unos amigos me comentaron que te ponen a escuchar varios sonidos y tú tienes que adivinar de qué instrumento son, y de qué época son.

El tren se sacudió otra vez, algunos otros pasajeros se despertaron.

--¿Es normal que eso suceda?

--Bueno, no suelo viajar mucho en tren, pero me preocupa que eso pase a la velocidad que vamos.

Rebecca tomó aire, miró la pantalla de su celular, eran casi las tres de la tarde.

--¿Es normal que haga tanto calor?

--A ésta hora es cuando hace más calor. --hubo un silencio de varios minutos-- Oye, ¿a quién vas a ir a visitar?

--A una amiga que estudia allá, y mi padre también está por unos días resolviendo un caso.

--¿Tu padre es detective?

--Es forense, fue a investigar lo de las muertes en el bosque.

--Ah, sí, leí algo al respecto en internet. 

--¿Conocías a esas personas?

--Todo el mundo conocía al señor Ospina, a la otra chica la veía de vez en cuando en la cafetería, pero nuestros horarios nunca coincidían. 

--¿No te da escalofríos?

--No creo en la teoría del asesino en serie, le falta mucha lógica.

El viaje continuó su curso, el sol surcó su arco en el cielo, y cada vez estaban más cerca del pueblo. Justo antes de entrar a límite municipal, Rebecca pudo ver algo en la carretera junto a los rieles, fue solo una fracción de segundo, fue solo una mancha, fue solo una sombra, pero pudo apreciar como un camión militar bloqueaba los dos carriles, y varios miembros del ejército ponían cercas con alambre de púas rodeando todo el lugar. 

El tren siguió su curso, los militares ahora empezaron a cercar también los rieles. Un auto negro se detuvo varios metros más atrás del camión militar, y de él bajó un hombre de aspecto importante.

--¿Ya llegaron los otros miembros del ministerio? --le preguntó a un cabo.

--No, señor, usted es el primero.

--Bien, hablé con el Jefe de Estado y me autorizó a seguir con el protocolo de aislamiento de Pueblo Negro, tenemos que rodear toda la frontera municipal, queda de más decir que nadie puede entrar ni salir, si hay que usar la fuerza, úsenla, el presidente enviará un comunicado al pueblo mañana en la tarde. 

--¿Quién estará a cargo del gobierno en Pueblo Negro, señor?

--Eso no nos incumbe a nosotros, el alcalde está por fuera, pero allí aún se encuentran los asesores de gobierno y el jefe de policía, estamos hablando de un pueblo pequeño, no de una gran metrópolis. Necesito que instalen un centro de contención justo aquí en la frontera, no permita que ninguno de sus hombres pongan un pie adentro del área de cuarentena. En poco tiempo llegará el ministro de defensa y el ministro del interior, ellos le darán más instrucciones.





INSECTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora