Capítulo 5: Chad

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Disparé, matando a aquella criatura. La gente se giró a verme con cara de sorpresa y temor, mi mirada dejo de ser dura y valiente como lo era antes para ser reemplazada por una tímida, ya que nadie apartaba la vista de mi.

Emma tenía una mirada diferente, no pude descifrar lo que pensaba.

Nadie hablaba, ahora las miradas estaban fijas en el cuerpo sin vida del joven, y de esa "chica mounstro".
-Había que darle en la cabeza- dedujo Olive acercándose a la criatura y analizándola.

-¿Qué demonios es esto?- dijo mirando a la chica.
Luego el cuerpo del joven emitió un sonido, como si estuviese intentando respirar un aire que no pasaba por sus pulmones.

-¡Está vivo!- exclamó una persona mientras señalaba el cuerpo del joven. La gente comenzó a acercarse.
-Esperen- Olive alzó una mano en señal de que las personas se detuvieran.-Esto es imposible-

El hombre comenzó a levantarse con un poco de dificultad, no parecía que sintiera dolor por su horrible herida en el cuello.
Comenzó a avanzar hacia nosotros, ya no era él, sino que actuaba como la otra chica.

-¡Ah!- se escuchó un grito desgarrador, una chica cerca de mí estaba siendo mordida en el brazo por una de esas criaturas, se veían más avanzando hacia nosotros.

-¡No! ¡Sebastián!- gritó Mike sollozando, deduje que la criatura que había mordido el brazo de la chica era su amigo. Las demás criaturas las reconocí, algunos eran los del grupo que tenía que buscar agua, pero habían muchos más que no conocía.

-¡Corran!- dijo Marcus, un señor de unos cuarenta años que conocí en el grupo de comida, mientras disparó en la cabeza al joven que había sido mordido en el cuello y escapaba en esa dirección seguido del resto del grupo.

Iba en la dirección del resto del grupo cuando escuché el llanto de la chica que fue mordida en el brazo. No la podía dejar ahí a que se la comieran viva, así que le disparé en la cabeza a algunas de esas criaturas y con una mano afirmé el brazo que la chica había apoyado sobre mi cuello y con la otra la agarré de la cintura para que no se cayera y avanzamos hacia el resto del grupo.

Emma nos vió y le entregó su hermanita a una chica que la acompañaba para venir a ayudarnos, pasó el otro brazo de la chica por su cuello para ayudarme a llevarla y avanzar más rápido y disparó a la criatura más cerca de nosotros, creo que nunca había disparado antes, ya que no le dió en la cabeza, le dió en la mandíbula.

-¡Por aquí!- dijo Marcus señalando una gran roca, todo el grupo se escondió detrás de ella.

Al parecer fue una buena idea, ya que las criaturas siguieron su camino sin rumbo, alejándose de la roca en la que estábamos.

-ah- se quejó la chica tocando su brazo que sangraba. Llamando la atención de una de las criaturas.
Javier asomó su arma dispuesto a dispararle a la criatura.
-¡No!- lo detuve.-Ellos se guían por el sonido, si disparas todos se acercarán y estaremos perdidos- argumenté. Javier lo pensó un momento.-¿Y qué piensas hacer?- preguntó con un tono de condición y escepticismo.

-Tengo una idea- dije al observar una piedra del tamaño de mi mano, la tiré con todas mis fuerzas haciendo que cayera ruidosamente contra el suelo, mi plan resultó ya que la criatura se alejó hacia el lugar donde la piedra impactó.

Esperamos unos 15 minutos para asegurarnos de que ya no podían vernos ni escucharnos, se hacía de noche y encendimos una fogata para mantener el calor.

-No podremos seguir refugiándonos en la casa abandonada- argumentó Olive- Esas...- se quedó pensando en un nombre apropiado para aquellas criaturas pero no lo encontró.-"Cosas"- dudó un poco luego de decir la palabra.- Venían desde la dirección de la casa, quizás haya más por ahí, no podemos arriesgarnos- dijo con un tono de voz decidido.- pasaremos aquí la noche y algunos estarán de guardia, mañana debemos seguir caminando y encontrar agua es nuestra prioridad, no podremos hacer mucho ruido y cada uno tendrá que racionar sus municiones, ya que no tenemos más. A cada uno se les entregará un arma blanca para defenderse sin gastar municiones, no sabemos que más puede haber aquí en la tierra y hay que estar preparados-

La gente asintió con la cabeza, 2 chicos se presentaron voluntariamente para hacer turnos de guardia. Nos dieron una fruta a cada uno y la gente se acomodó para dormir.

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-¿Qué haremos con Emile?- escuché decirle Javier a Olive y a Marcus.
Miré a Emile, así se llamaba la chica que mordieron. Observé su brazo, está cada vez peor. Ella está durmiendo, tan profundamente que parecía muerta ya que no se movía y estaba pálida y desnutrida, tiene un poco de fiebre, tenía un aspecto horrible. Decidí espiar la conversación.

-Es como un virus- mencionó Marcus.-Uno letal y a ella la contagiaron. Lo más probable es que luego se convierta en uno de esos mounstros infectados.

-Pero no estamos seguros de eso- les reclamó Olive.-Olive- Javier puso una mano sobre su hombro.-Emile va a morir, mírala, en el estado en el que está morirá en cualquier momento y se convertirá en una de esos infectados, y no podemos arriesgarnos a perder otro miembro del grupo, ya sólo quedamos 11 sin contar a Emile.

Olive asintió levemente con la cabeza.-Esperemos a mañana, le contaremos esto a Emile y ella decidirá que hacer. Dejaré una persona observándola por si se llegara a convertir en un infectado- los dos hombres asintieron y Olive se fue a hablar con un chico que luego se sentó al lado de Emile mirando cada uno de sus movimientos.

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Me desperté con un rayo de sol dando directamente en mi rostro, el grupo estaba sentado alrededor de la fogata, incluyendo a Emile, quien un chico ayudaba a sentarse ya que ni siquiera tenía fuerzas para eso.
Me acerqué, el ambiente estaba sumamente tenso, al parecer ya habían hablado con Emile de lo que podía ocurrir.

Ella no hablaba, lágrimas se escurrían por su rostro y tenía una expresión de sufrimiento, intentó hablar pero lo único que le resultaba eran sonidos roncos, hasta que su frase se entendió con mas claridad.
-Porfavor, mátenme, de todos modos ya estoy muerta- dijo, se notaba que se retorcía de dolor.

El grupo se apartó de donde estaba Emile con Marcus, supongo que para darle una muerte más "tranquila".

Se escuchó el arma de Marcus siendo cargada, miré a Emma que tenía los ojos cerrados con mucha fuerza. La tomé de las manos apretándolas firmemente para tranquilizarla un poco y cerré los ojos junto a ella.
Dió un leve saltito al escuchar el disparo, ese disparo que dió fin a una vida, la vida de Emile.

Llamando a tierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora