-Narras-
Estábamos con Justin sentados en la orilla, yo trataba de sonreír pero era imposible, nada se podía, el mundo se caía encima de mí. Me levante y me senté en una roca un poco lejos de donde estábamos. Las lágrimas no tardaron en salir de mis ojos. ¿Cómo puede ser que esto pase? Nunca en mi vida llore por un chico y menos por uno que conozco hace dos semanas. ¿Qué me pasa? Sentí como alguien se sentaba a mi lado y colocaba su campera en mi espalda. La verdad ni cuenta me di que hacia frio. Era Justin, no me podía mostrar débil ante él. Tan solo no podía. Tan solo le dije “gracias” y unas cuantas palabras más dándole la espalda. En un momento lo vi y pude notar que hice una estupidez, se dio cuenta que estaba llorando. Me dio un cálido abrazo, lo necesitaba de verdad era muy necesario. Se alejo de mí y me miro por unos segundos, me perdí en su mirada y cuando quise regresar ya tenía sus labios posados en los míos.
-Lo siento-pronuncio despacio. Yo lo abrase, lo abrase fuerte, lo necesitaba tanto.
-Te amo Justin-pronuncie. Neos como lo hice, pero lo hice-tal vez tú solo me veas como una amiga. Pero te amo-dije mirándolo a los ojos y lagrimas caían de los míos. De un momento a otro sus labios de nuevo estaban en los míos. Joder, es tan perfecto. Nos separamos para respirar y volvimos a besarnos. Todo esto era el paraíso, estábamos solo nosotros, nada existía a nuestro rededor solo nosotros pero el sonido del teléfono de Justin nos interrumpió. Nos separamos de golpe, el me miro y sonrió para luego atender.
-¿Diga?-dijo mirándome. Yo en estos momentos debo a ver estado como tomate.- ¿Qué pero cómo?-dijo Justin preocupado-Claro voy para allá-luego de decir esto corto.
-¿Qué paso?-pregunte tomando las cosas junto a él.
-A Jazzy la atropellaron-dicho esto me empezó a desesperar.
-Hay que irnos ya-dije alterada.
-Tranquila-me dijo y subimos al auto rumbo al hospital.