-Narras-
Al llegar pude notar que el novio de Jazz era prácticamente millonario. Bajamos del auto y Jazz entro prácticamente corriendo a la gran casa. Justin me miro y tomo mi mano, yo solo sonreí.
-Estas hermosa-susurro a mi oído.
-Tu no te quedas atrás-.le dije sonrojada.
-Así?-dijo pícaro y mordiéndose el labio inferior.
-Si-le dije abrazándolo por atrás. Cualquiera que nos viera pensaría que somos novios.
-Amo que hagas eso-dijo mirándome y besando mi frente.
-Y yo amo que hagas esto-le dije guiñándole.
-Miren llegaron los tortolos-dijo una vos a mis espaldas. Me gire y me encontré con la persona que menos pensé que vendría.
-¡Ryan!-lo abrase. Ryan se fue a vivir a NY hace un año y no pensé verlo. Por lo que me comento Jazz también era amigo de Justin.
-Te extrañe pequeña-dijo abrazándome y luego se soltó.
-¿Ry?-dijo Justin y lo abrazo. Estaban hablando de temas que la verdad ni me interesaban así que fui a caminar por el jardín. Era una casa linda bastante linda. Me senté en una banca y empezó a contemplar las flores hasta que siento que me tapan los ojos.
-Me reconoces?-Pregunto el dueño de las manos.
-¡Justin me asustas!-dije riendo.
-¿Qué haces aquí?-dijo sentándose al lado mío.
-Pues no entendía lo que hablaban así que vine aquí-sonreí.
-¿Vamos a la pista?-pregunto divertido.
-¡Claro!-le dije emocionada. Amaba las pistas de baile y esta no era la acepción. Entramos a la pista y como siempre estaban los babosos que te tiran hasta el último piropo que pueda existir. Note como Justin se enojaba y fulminaba a cada uno de los que se baboseaban.
-Ya calma-le dije riendo.
-¿No ves como te miran?-dijo furioso.
-Mira ese tema me gusta bailemos-dije cambiando de tema. Empezamos a bailar Justin hacia pasos muy graciosos. Era un chico anormal, con su típico carácter rudo. Me la paso genial cuando estoy con él y esta no es la acepción, sin duda es un tiempo fantástico.