Dean le roba la señal de Internet a su vecina, y ella ni siquiera lo sospecha. El Wi-Fi está encendido todos los días, a toda hora. Para él eso está bastante bien. Pero con el tiempo, Nicole decide que por las noches desconectará el Internet.
El mun...
La vida de Laila no era tan perfecta como Dean, Nicole, y quizá todo el instinto pensaba.
Lo que menos tenía era vacaciones. Tampoco había ido a Hawái como les hizo a creer a todos. Se encontraba en un hospital particular de la ciudad.
Como si fuera voluntaria, ayudaba a las enfermeras con los pacientes, les ofrecía alimento a los parientes que esperaban con preocupación a sus seres queridos en quirófano. Aquella sensación la conocía, se veía reflejada allí desde hace dos años.
Se recargaba afuera, en la sala de espera, abrazando sus codos y mirando con atención a la gente que pasaba por tribulaciones. Era horrible, en épocas navideñas donde el mundo pintaba la felicidad y amor, ver tantas tragedias y desesperanzas.
Laila quería entrar a esa habitación, cruzar a su madre que lloraba desconsoladamente y ver a su hermana conectada a una máquina. Pero las cosas no iban a ser así, ni porque su padre fuese el dueño del hospital, la iban a dejar entrar, era un acceso restringido a toda persona.
Y otra vez Laila estaba ahí, tratando de controlar sus lágrimas. Respiró hondo y buscó su celular en su bolso. Recibir un mensaje de Dean le haría olvidarse de su mal rato.
La última vez que entablaron una conversación de textos había sido en la mañana. Dean le contó que se sentía un "pirata" por la hinchazón en su ojo rojizo y aquello había mejorado el día de Laila, él siempre la hacía reír hasta doler el estómago por la risa.
Se dedicó a releer los mensajes y después envió uno nuevo:
Laila: ¿Y cómo sigues, chinitos?
Dean abrió el chat al instante, decía que se encontraba en línea, pero no escribiendo.
Laila: Burbujaaaaaaa.
Volvieron a aparecer las palomitas azules y no hubo respuesta.
Laila: ¿Recuerdas cuando me dijiste que si estuviese enojada o triste solo dijera la palabra "burbuja"? Es neutral, y siempre hará sentir bien porque da risa la palabra jajaj.
Todavía sin respuesta.
Laila: Creo que no funcionó, todavía me siento mal ):
Y Dean continuaba igual, ignorando.
Entonces Laila bloqueó el celular y miró su reflejo en el celular. Pensaba que si realmente lo quería tenía que abrir su corazón y contarle lo que ocurría en su familia.
Laila: Necesito decirte algo importante, probablemente ya no me verás de la misma manera...
Visto a las 3:58 p.m.
La rubia suspiró y comenzó a redactar su verdad. No la enviaría hasta estar segura de hacerlo, luego de releer su escrito y revisar que no tuviese un error ortográfico o de redacción. Y verificar que no haya hablado más de la cuenta.
—¿Qué haces? —la sorprendió su prima, Lauren, sentándose a su lado.
—Nada—Laila quiso ocultar su celular.
—Sé que hablas con tu novio—jugueteó y le arrebató el celular. Laila fue lenta para recuperarlo, emitió un grito ahogado y rascó nerviosamente su cabeza.
De pronto la sonrisa de Lauren desapareció al leer lo que su prima intentaba mandarle a Dean.
—No puedes hacer esto, estás loca—comenzó apretar el botón de borrar y enseguida cada letra iba desapareciendo hasta eliminarse toda la oración.
—Es un buen chico, puedo confiar en él—se excusó Laila.
—¿Y qué me dices de su familia? —la voz de Lauren sonaba enfadada—. Es muy riesgoso.
—No se darían cuenta, no comparten la tecnología, ellos la rechazan.
Lauren recordó una historia y tragó saliva.
—No, dime que no es cierto—relamió sus labios—, no se llama Dean Blackelee, dímelo, no se llama así.
Laila bajó la mirada a sus zapatos, no planeaba responder.
—Tengo que decirle esto a tu padre—Lauren se levantó de golpe y Laila la retuvo tomando de su muñeca.
—Por favor, no lo hagas—Laila fijó sus ojos cristalinos en su prima—. Me da miedo...
—A mí también me da miedo que las cosas empeoren.
—Por eso no puedes decirle—suplicó Laila.
—Pero tú también ya estabas por arruinarlo—se volvió a sentar.
—Bien—Laila gruñó— ¿qué debo hacer para remediarlo y que no les diga?
—Aléjate de Dean. No nos conviene.
Laila soltó una risa. No podía hablar en serio, ella realmente lo quería en su vida.
Sin embargo, su prima estaba decidida, y amenazó con decirle a su padre sobre esto si no se alejaba de él. Y Laila odiaba con todo su ser la manipulación, pero le daba más miedo lo que podía ocasionar sino aceptaba.
Trató de convencerla a que fuera momentáneo, que solo fuese hasta que aprendiera a separar sus sentimientos de sus problemas. Y si era necesario que todas las vacaciones Dean y ella no hablaran, lo aceptaba si después encontraba una buena excusa.
Por lo mientras, Lauren se apoderó del teléfono y eliminó a Dean de todas sus redes sociales, luego pasó a escribir un mensaje en WhatsApp para luego bloquearlo.
Laila: Sé que es poco ético que lo escriba, tenía que decirlo en persona, pero no podemos vernos. Esto se estaba volviendo una relación a distancia o virtual y no estoy preparada para asumirlo. Lo siento, espero entiendas que ya no quiero nada contigo. Gracias por tu tiempo.
Laila necesitaba un hombro para recargarse y llorar, pero no iba tomar el de su prima. No después de esto. Aunque sabía que lo hacía únicamente para proteger a su familia.
Y pese a que amaba a Dean, su hermana en coma era lo primordial. Todavía tenía esperanza de que despertase sana y con la memoria fresca. Estrecharla y decirle que se había enamorado.
------
N/a: Okay sí, dije que no iba a cambiar la historia, pero vamos, era muy estúpida la razón anterior, mejor desarrollo un poquito más lo que no dije antes. De todos modos es solo este capítulo introductorio, lo demás seguirán siendo lo que conocen :3
Quejas, recomendaciones y memes: en mi instagram @katquezada
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Si te gustan mis historias, sígueme en instagram: katquezada