Zachary arrugó la nariz dos veloces veces, como si fuera un ratón oliendo a queso, sus fosas nasales se inundaron de humo, lo cual lo hizo despertar. De golpe se levantó del sillón, llevando sus manos a su cabeza, tenía resaca.
—Hermano del mal, ¿ya estás mejor?—lo saludó a lo lejos Dean, volteando una tortilla con la espátula. ¿Él cocinando? Ah no, esperen, así no se hace, sigue sin saber.
—¿Qué pasó ayer?—miró sentado a su al rededor, al parecer durmió en la sala de su casa y no en su nuevo departamento—¿Y Nicole?
El menor hizo una mueca para ignorarlo.
—¡Contéstame!—exigió Zac—. No recuerdo nada.
—Asumiendo que sabes la razón de tu falta de memoria, le mandé un mensaje directo en Instagram a la señora Brooks para que fuera a recogernos al cementerio, nos pasó corriente de su chatarra de automóvil y así llegamos a nuestro hogar dulce hogar.
—¿Y Nicole?—volvió a insistir.
—¿Ella, qué?—se cruzó de brazos, dejando que la tortilla se quemara—. Nicole me golpeó por hacerla esperar una hora más en ese tétrico lugar. Y luego durmió tranquila en su casa ¿Sí? ¿O te refieres al por qué no llamamos a sus padres? Bien, pues literalmente nos odian por la supuesta relación que tenemos ambos con ella, ¿entiendes?
—¿Así que esa pesadilla es real?—dijo con tristeza al recordar a sus padres presos y ellos expuestos al público.
—Si eso creo—sonrió Dean—. Aunque no puede ser tan mala, podemos volverla un sueño ¿qué tal si hacemos una fiesta en grande? Casa sola, tú comprendes.
—¡No!
—Tranquilo, viejo. No habrá alcohol para que vuelvas a ponerte como ayer—tosió—. Yo decía que podría ser diferente. ¡Sería superduper genial!
—Yo juré que jamás me embriagaría, pasara lo que pasara, dije que nunca lo haría—se lamentó Zac hundiendo su cara en el cojín—¿Quieres olvidarlo? No entiendo porque las personas lo hacen, no es interesante o lindo depender de una bebida para sacar lo que hay o has guardado en tu corazón...
—¿Y lo que hay en tu corazón es un pony?—rió divertidamente.
—Deseos frustrados ¿qué quieres?—soltó una carcajada—. Pero volviendo a lo serio, regresaré a vivir aquí ¿de acuerdo? No puedo estar con una demente que busca embriagarme para luego no sé... ¿Abusar de mí? Qué horror.
Dean meneó la cabeza —Y yo que ideaba decirle a nuestra vecina tipo así "Oye Nicole, ya sé que vamos hacer hoy"—trató de imitar la voz de Phineas de la serie animada—Para que me ayudara a convencerte de que te quedaras, arruinas mis planes, zopenco.
Zac golpeó el hombro de su hermano.
—Cállate, troglodita—se sentó a desayunar con él—. Es decir, si te quiero, eres mi familia, te extraño y creo que nos necesitamos en este momento.—Cierto—le dio la razón para luego formar una pistola imaginaria con su mano y fingir dispararle.
Rodó los ojos y comió su semi-cocido almuerzo mientras Dean le contaba sus aventuras al paso que él asentía sin prestar atención. Sus pensamientos centraban en Nicole, recordó que el día anterior no sólo había llorado él, también ella. Y la razón era su hermano.
—¿Y cómo te ha ido con Laila?—le preguntó para decirle la información a su vecina.
—Eso comprueba que no estás escuchándome. Te dije que ella terminó ayer conmigo...
—¡Cielos! ¿Y ahora tendrás el camino libre con Nicole? ¿Ya le dijiste?
—¿Qué?—puso los cubiertos bruscamente en la mesa—. No voy a ir por ahí en la calle cantando "Libre soy, libre soy". Me duele mi ruptura aunque no lo creas. Dejaré que pase el tiempo, debido a que si salgo inmediatamente con ella me vería como un patán. ¡Acaba de terminar una relación! No quiero iniciar una apresuradamente. He amado a mi vecina desde que me comía los mocos, puedo seguir esperándola, ya lo hice toda mi vida.
ESTÁS LEYENDO
¡No desconectes el Internet! | EN LIBRERÍAS ✔
Teen FictionDean le roba la señal de Internet a su vecina, y ella ni siquiera lo sospecha. El Wi-Fi está encendido todos los días, a toda hora. Para él eso está bastante bien. Pero con el tiempo, Nicole decide que por las noches desconectará el Internet. El mun...