Mi Pequeña Nerd

Conociendo Karmas

Me quede en shock.

Acababa de decir que era su primo, el mismo con el que había intercambiado varias fotos y mensajes de textos cursis cuando tenia 14 años, ¡no sabia ni lo que decía!

Dios, esto era un problema, un gran problema.

Era extraño, ya que era demasiado tímida expresándome públicamente o personalmente, pero con el no era así.Nos hablábamos a cada rato, contándonos todo el uno al otro todo el tiempo.

Pasaban las horas y nunca nos cansábamos de hablar, prefería mil veces quedarme en casa hablando con el y no salir con mis padres.

Habíamos hecho un promesa:
"Pase lo que pase vamos a estar juntos toda la vida, siempre"

No recuerdo porque nos dejamos de hablar... algo tubo que pasar, algo grave y malo, pero ¿Qué era? ¿Qué pasó entre los dos? ¿Por qué nos distanciamos?

Lo peor era que me habia olvidado de él, de lo que me causaba, mis sentimientos hacia el no habían disminuido, y al verlo, volvieron, se hicieron presentes en ese mismo instante, fue el doble de todo, cuando me enviaba un mensaje mi corazón daba señales de que se me iba a salir del pecho, los latidos aumentaban cuando miraba aquellos cursis mensajes.

Era sorprendente el poder que tenia sobre mí, podría arreglarme y romperme en menos de un segundo, sin duda alguna, es mi primer amor.

Aunque nunca lo habiamos visto así, lo era. Y sin mas palabras me quede observando sus labios rosados se miraban tan suaves, que pedían a gritos ser juntados con los míos, era, en pocas palabras, todo lo que necesitaba, lo que quiera hoy y siempre;
lo besaría la cantidad de veces que he respirado.

-Anna...Anna...- quien se atrevía a molestarme frente a esa creación tan perfecta.

-¿Mmm, Si?- estaba tan concentrada en mirar cada detalle de su fisionomía, que no me acordaba de mi amiga -Perdón, perdón, ¿me decían algo?

-¿Terminaste de ver todos sus detalles y defectos?- Dijo señalando a Ethan y este empezó a reír.

-No lo estaba viendo a el, me gusto su..su..¿corbata? ¡Corbata! Si eso era- mire a Denise tratando de rogarle con la mirada pero no lo hizo

-¿A Si? Dime como era su corbata, la que tanto te gustó- iba a girarme a ver a Ethan pero ella no me dejo - Si te gustó, dime como era, estuviste mucho tiempo viéndo la 'corbata'- hizo una seña de comillas con los dedos cuando terminó de hablar.

-Eee, pues bueno, este, era, blanca con pepitas negras- mentalmente golpe mi frente, no podía ser más estúpida e ingenua al decir aquello, antes no dije de unicornios.

-Observa lo- Me señaló a Ethan, su maldita corbata era azul. No llegue ni a quinta de idea.

-Hola Anna- Dijo Ethan cortando lo que le iba a decir a Denise.

-Ho-la- maldita sea estaba nerviosa.

*Calmate Anna, respira y cuenta hasta diez, eso ayuda* Me dije a mi misma y lo hice.

-Te olvidaste de mi tan pronto, Ani- Pregunto alzando las cejas en forma de sorpresa y luego su cara entristeció.

-Claro que no, Ethan- dije tratando de que se alegrará o algo pero empeoró.

-No lo pregunté, lo confirme...- miro detrás de mí, seguí su mirada y no encontré nada, simple: No me quería ver.

-¿Cuando llegaste?

-El lunes- dijo secamente y aún sin mirarme.

-Esto apesta- le di una mirada rápida a Ethan y luego a Denise, quien me miro como si no entendiera nada. Ella no sabia nada de esto, Nada.

Me levanté y camine con cuidado entre la gente, que estaba de pie y salí del bar.

-Te vas tan pronto- me dijo el tal Luck que Denise había saludado al entrar.

-Si, tengo que irme, hasta luego- levante la mano como despedida y el me devolvió el gesto.

Estaba tan enfadada, odiaba que cuando alguien me hablará no me mirara.

Naa, claro que no era eso, ¡No era eso! Era por Ethan, ¡él no me miraba y me hablaba sin importancia! Ese era el maldito problema.

Empecé a caminar por las calles, ni siquiera sabía a donde iba pero solo caminaba.

Saque mi celular para chequear algo pero no había nada, y peor, se me había descargado, estaba de suerte hoy, así que lo guarde. Di unos pasos más pero me detuve

Alguien me jalo del brazo, pero intente soltarme de su agarre, lo logre pero volvió a jalar me. ¡Oh no! En que bronca me e metido ahora. Su jalonazo hizo que me volteara, mi reacción automática fue cerrar los ojos, temía lo peor, mi cuerpo se tenso y quede congelada.

En mi cabeza repetía: 'Dios esta conmigo, quien contra mi'...