Enfermera

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POV ANNA:

Una vez que todos estábamos sentados en el comedor, listos para comer, gire para mirar a Ethan, quien me mostró sus blancos dientes con un sonrisa, se notaba relajado y cómodo, eso me alegraba, que compartiera y conociera a mi familia.

Terminando la comida, había un tranquilo silencio que rompió mi padre dirigiéndose a Ethan:

-Y tú, muchacho, que haces, o como te conociste con Anna- 

Pude notar a Ethan un poco nervioso pero esto fue camuflado por una respuesta relajada y con firmeza.

-Verá, fue algo muy extraño, y la verdad no me arrepiento- dijo viéndome- Mi prima es Denise, y como bien saben, ellas dos son muy unidas, no se separan nunca- mi madre asintió y Ethan prosiguió- Denise subió un foto, yo le comente que estaban muy lindas y demás, y esta señorita- me señalo.

Sabía lo que iba a decir, y eso logró que me diera un poco de vergüenza.

-Me pregunto, un poco grosera, que quien era yo, lo mas apropiado que hice fue decirle y presentarme, después me reuní con mi prima y le pedí el numero de Anna y ahora, gracias a eso, estoy aquí- 

Nuestras miradas se encontraron y quede atónita en sus ojos, sus hermosos ojos que podría verlos horas y horas, y no me cansaría, eran todo un espectáculo ante los míos.

En un intento por tratar de leerle su mirada fue cortada por mi padre quien hablo:

-Y exactamente hace cuanto tiempo se conocen-

-Pues...-

No deje terminar a Ethan y conteste:

-Dos años- 

-Si, dos años- me miró y sonrió- Todo por un lindo desastre...-

Noté a mi papá un poco incómodo o más bien, analizando de pies a cabeza a Ethan, lo mejor que podía hacer era que desapareciera esa situación.

-Mamá, estaba deliciosa la comida, que tal si jugamos un poco, para enseñarle a Ethan como se pierde- decir eso le causó risa a Ethan- De que te ríes- pregunté alzando las cejas.

-No, nada-

-Pero chicos, antes de eso, Anna debe hacer algo de 'trabajo' en casa, sabes a lo que me refiero hija-

-Si señora-

Me levanté eufórica y me adentré en la cocina, mientras dejaba los platos en el mesón.

Me dio algo de sed, tome un vaso, me dirigí a la nevera, cuando la abrí, el rostro de Ethan se visualizo en frente mío, de la sorpresa,  solté el vaso, haciendo que el estruendo sonara de lo más obvio.

-¡Que susto me has dado!- grité- Mira lo que hemos hecho-

Un charco de agua en el piso ya se encontraba  con vidrios.

Ethan soltó una carcajada pero callo cuando entraron mis padres, seguido por la preocupada pregunta casual de mamá.

-¿Qué ha pasado, nadie a salido lastimado?- Negué con la cabeza- Es mejor que lo limpies con cuidado, cariño- asentí

Mis padres salieron de la cocina, acto seguido, darle una mirada asesina a Ethan, quien , estaba medio burlón, levanto los brazos en modo de rendición.

-Lo siento Ani-

-Ni hables-

Prendí el lavaplatos, mientras esperaba que terminarán limpios los platos, limpie toda la cocina, cuando me fije en que Ethan no había salido de la cocina.

-¿Me vas a ayudar?-

-Cómo tu digas, que tengo que hacer-

-Espera, ya vengo-

Corrí al patio trasero, donde encontré el recogedor y el trapero. Lo lleve a la cocina y se lo entregue a Ethan.

Me incline, recogiendo los vidrios más grandes, Ethan me imitó y empezó a hacer algo equivocado, tomó los vidrios más pequeños, temí que iba a pasar, antes de decírselo, ocurrió.

Ethan se había pinchado con unos vidrios y ya empezaba a salir la escandalosa sangre. Tratando de hacerse el valiente, solo hacia gestos de dolor, le pase un trapo para que no hiciera regueros de sangre, pero al parecer, no habían sido solo un vidrio, eran más, la sangre comenzó a salir mas y más, hasta el punto en el que me asusté.

-Toma, deja que limpie esto en unos segundos-

Tomó el trapo y lo puso debajo, me espero mientras secaba el piso y los pequeños vidrios que quedaron, con la ayuda de la escoba, los deposite en la basura.

Terminado lleve a Ethan a la segunda planta, a mi habitación, lo senté en mi cama y corrí al cuarto de mamá, saque el botiquín y volví a mi cuarto, tome un poco de algodón y seque la herida, logre sacarle los vidrios con sumo cuidado, para luego ponerle una cura. Cuando lo mire, nuestras miradas se encontraron nuevamente, la diferencia es que esta vez, si pude leer la mirada.
Me sonrió y le devolví el gesto, cuando pronto, mamá entró a la habitación.

-¿Qué ha pasado?-

-Me estaba ayudando y se lastimó, pero ya todo esta bien-

-Bien, los esperamos abajo-

 Salió y volví mi mirada a Ethan.

-Lo haces bien-

 -Eres un tonto- le dije 

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 -Eres un tonto- le dije 

-Y tu eres mi enfermera- respondió.

-Yo siempre seré tu enfermera, capitán- 

 Ante su comentario, me causó dulzura al recordar una vez más su frase.   

*Ese momento incomodo en que no sabes que contestar ante un comentario cursi.*

Nos miramos por unos instantes, acto seguido de Ethan, quien tomó mi rostro en sus manos y acercó su rostro al mio.


El espacio personal se había quebrado, -¿Y ahora?-

Mi Pequeña NerdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora