Solían hablarse todo el tiempo, a cualquier hora y en cualquier lugar, nada les importaba más que hablar y contar cosas el uno al otro, pero algo extraño pasó que se apartaron de un momento a otro.
Anna no recuerda porqué paso, sabe que lo ocasionó...
-¿Estás llorando de felicidad o de tristeza?- se arrodillo al pie de mi silla.
Me levante de la silla, me incline y me uní a el en un abrazo, cual ficha de rompecabezas a otra.
-Gracias- solloce.
-No llores chaparrita, me harás llorar-
Lo apreté fuertemente, luego escuche lejano un vals, me despegue de Ethan y seguí el sonido, tomada de la mano de Ethan, me encontré en el centro de una fuente conformado por un camino de piedras que llevaba a una especie de caseta moderna en el centro de un jardín con un prado perfecto, me explico; Cuatro bases sostenían la capota en yeso que tenia forma honda, con decoraciones, era hermosa, me sentía como si estuviera en una película, esa de, Cenicienta.
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-¿Lista?-
-Yo...no se-
-Ven- Tomo mi mano y me llevo por el camino de piedras, hasta llegar a la estructura, una vez en el centro, puso mi mano derecha en su hombro y en mi mano izquierda entrelazó la de él.
Miré los píes de Ethan, seguí sus movimiento, y sin pesarlo dos veces, ya estábamos bailando esa hermosa pieza.
Saber que mi felicidad tiene nombre y apellido, y unos ojos... ni hablar de su sonrisa.
*¿Porqué lo prepararía? ¿Cómo?*
-¿Desde cuando lo planeaste?- pregunté
-No mucho-
-Siempre dices lo mismo-
-Porque poco es mucho y mucho es poco- respondió.
Puse mi rostro en su pecho, solo oyendo el latir de su corazón, calmados y suaves latidos de su corazón, sumados del aroma que emanaba, olía demasiado bien, queria que fuera el ambientador de mi habitación y levantarme con ese aroma tan peculiar de él, pero no solo eso, queria ser todo lo que necesitara en el mundo, queria corresponderle, queria que me quisiera como yo le quería.
Movidos al compás de la música, Ethan subió mis manos a su cuello y posó sus manos a cada lado de mi cintura. Sus manos hacían que mis caderas bailaran de un lado a otro, y el imitaba los movimientos con su rígido cuerpo.
Los latidos de su corazón se multiplicaron, levante la mirada, y me encontré con esos hermosos ojos, pero algo cambió, él no sonrío, estaba serio, no tenia expresión alguna, se notó rígido, mas de lo normal. Me separé un poco para verle completo.
Estaba quieta, sin hacer el mínimo movimiento o pregunta, solo miraba sus ojos; acercó su rostro al mío, sus ojos quedaron mas cerca a los míos, la mejor vista y el mejor angulo en el que lo podía ver.
En un movimiento rápido, tomo mi rostro en sus manos, sin despegar sus ojos de los míos y dijo: -No puedo más...- y me besó.
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Frase:
Domingo, 13 de Marzo
-Por ti haría cosas que nunca pensé que haría, cosas imposibles, cosas inalcanzables, fuera de lo normal, endulzaría el agua del mar para tu sed, y cuando no hayan estrellas en el cielo, hablare con Dios para que tenga estrellas cada vez que anochezca, porque eres tu, mi pequeño cielo, eres tu, mi verdad.
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Este capitulo lo debía del domingo, mañana no tengo instituto, así que mañana subiré el de hoy, ¡PERDÓN!, deveras que lo siento. Los Quiero.
