Crack [Mericcup]

Prólogo.

Capítulo dedicado a:

@ellauti

Doy giros en la oscuridad, veo las estrellas a mi al rededor... Y mi cansado corazón mecánico, late hasta que el sonido desaparece...

Narra Mérida.

Mary Katherine tomó el autobús a Bethel quince minutos antes que yo.

No lograba encontrar mi saco, y tardé en desayunar. Recibí un buen sermón de mi madre antes de salir de casa.

Así que ahora mismo iba de pie, tomada el tubo plateado del autobús mientras escuchaba conversaciones ajenas, y música molesta de los demás pasajeros.

Ah, la música.

Muchas veces Mary Katherine me pide que compre unos audífonos y vaya escuchando música en el bus.

No me gusta mucho la música.

La música conlleva muchas emociones, pasiones y sueños.

Todo lo que no me gusta, lo que evito. Te trae deseos que quizá no cumplas, incluso esperanzas.

La música es todo lo que alguien necesita para ser feliz.

Y aún así, evito la música.

Espero no llegar tarde.

Llegar tarde el primer día del tercer semestre, y luego ser la burla de todo el salón por eso el resto de los próximos dos años es algo que quiero evitar.

Mi uniforme constaba de una falda blanca hasta medio muslo, una blusa del mismo color y un saco del mismo color. Lo que resalta son las líneas azules que hay en cada orilla de cada prenda, y el escudo de Bethel.

Llevo unos zapatos negros que se escuchan con exageración al caminar por los pisos de la escuela.

Y mi cabello debo recogerlo por completo, no en una trenza, ni en cola de caballo... Por completo, en un tipo rollo ajustado con pasadores justo en el centro de la cabeza hasta arriba.

Bajé del autobús, para caminar a toda prisa la distancia que había que recorrer de la parada hasta Bethel, no era mucha, pero aún así ya se me hacía tarde.

Logré llegar justo segundos antes de que sonara la campana, entré a mi aula y un dolor inundó mi pecho al recordar que M.K. no estaría conmigo este semestre.

Que crueldad.

Mary Katherine es mi hermana, mayor que yo por quince minutos. Somos mellizas, cuatas, gemelas, cómo el mundo quiera llamarnos.

Al contrario de mi, su cabello es lacio, casi no tiene pecas, y sus ojos son verdes. Además de tener un cuerpo exageradamente más delgado que el mío.

¿Yo? Yo soy Mérida, la hija que estorba, la de las malas notas, a la que le aterra el público y hacer amigos.

La única amiga que tenía la hice gracias a mi hermana, mi amiga rubia, con ideas y comentarios descabellados: Honey Lemon.

Era mucho más alta que yo, y muy delgada, de ojos verdes que se ocultan tras unas gafas rosadas. Era quien me ayudaba a sacar buenas notas además de mi hermana, desafortunadamente ella tampoco estaría conmigo en este semestre.

Las aulas se clasifican ahora por promedios... Así que si, en mi aula habrá puro bruto. Y seremos tratados aún más fuerte de lo normal, lo cual me agrada, no tolerare estar con brutos.

Al entrar, elijo la banca de enfrente.

No quiero estar hasta atrás con la bola de graciosos que se la pasan burlándose de los inofensivos. El grupito que nunca falta en un salón.